"No se trata de un voto en contra del bable, sino de que un Gobierno, en este caso el de España, se inmiscuya en la labor de una institución académica como es la Real Academia Española". Así defendió la diputada valenciana María Ascensión Figueres Górriz, del PP, filóloga, el "no" de su grupo a la propuesta de Gaspar Llamazares, de Izquierda Plural, que instaba a la RAE a cambiar en su Diccionario las definiciones de asturiano, bable, asturleonés y leonés.

Al final, pese a que el diputado asturiano logró el apoyo de PSOE, Foro Asturias, CiU y su grupo, sólo fueron 13 votos, frente a los 23 que votaron en contra. El debate se celebró en la Comisión de Cultura del Congreso. En el Diccionario, asturiano es una "variedad asturiana del dialecto romance"; bable es "el dialecto de los asturianos" y asturleonés es "el dialecto romance nacido en Asturias y en el antiguo reino de León como resultado de la peculiar evolución experimentada allí por el latín".

Llamazares, que comenzó y finalizó su intervención en asturiano, lamentó que la RAE mantenga invariable estas entradas, "a pesar del Estatuto y de la ley del Asturiano". El diputado recalcó que en 2012 se presentó en la sede de la Real Academia un informe solicitando estos cambios, avalado por profesores universitarios de Europa, Asia y América, apoyado por fuerzas políticas, sociales, culturales e instituciones asturianas, al que se hizo "caso omiso".

"La mayoría de los asturianos aspiran a que la RAE deje atrás los prejuicios sobre nuestra lengua, olvide planteamientos lingüísticos totalmente caducos y le otorgue un trato de igualdad con el resto de las lenguas del Estado. No podemos admitir que el máximo representante del idioma en el mundo menosprecie a una lengua como la nuestra, que comparte territorio e historia", afirmó el diputado de IU.

PSOE y Foro, representados por los diputados asturianos Mariví Monteserín y Enrique Álvarez Sostres, respectivamente, presentaron enmiendas que fueron aceptadas por IU. Monteserín, que incluyó en la suya la variante del gallego-asturiano -"mi lengua materna", afirmó-, dijo que "seguir calificando de dialecto el asturiano o asturleonés para rebajar su consideración social no es más que apoyar desde la RAE un prejuicio que no tiene fundamento y que discrimina claramente a nuestra lengua".

Por su parte, Álvarez Sostres, que basó buena parte de su intervención en los estudios de Menéndez Pidal, dijo que "se hace evidente que la definición del bable, que el DRAE considera como dialecto de los asturianos, pudiera ser correcta desde el punto de vista lexicográfico, pero no conceptualmente en la realidad y mucho menos en el plano jurídico-administrativo. Históricamente ni Pidal se atrevió a considerar el asturiano como un dialecto".

Figueres Górriza cree que debe ser la Academia de la Llingua Asturiana, "dirigida por una magnífica profesional", la que se dirija a la RAE para hacer esta petición.