En el colegio público Condado de Noreña estaba listo un instrumento llamado el sidrófono. Los alumnos se había preparado el "inventario lutheriano", con palabras como "verosímil" (misil lanzado por Verónica), y todo el equipamiento estaba dispuesto para recibir a Les Luthiers, premio "Princesa de Asturias" de Comunicación y Humanidades. Pero la nube de humo que ayer cubrió Asturias y la alerta del Principado para suspender las actividades escolares al aire libre obligaron a cancelar el acto.

Disgustados y desilusionados. Así estaban los alumnos, profesores y padres del colegio. También la directora de la Fundación Princesa, Teresa Sanjurjo, que significó el empeño de la entidad para que el programa "Toma la palabra", en el que estaba inscrita esta actividad, llegue a la comunidad educativa. Sanjurjo era consciente de que niños, docentes y padres estaban muy implicados en la visita de "Les Luthiers". De hecho era uno de los actos más interesantes y emotivos del grupo argentino. "Tuvimos la alerta del 112 por las cenizas en el ambiente. Luego hablamos con el Principado y se confirmó el problema. Ante la posibilidad de que un solo niño tuviera un contratiempo con su salud se suspendió la actividad", dijo Sanjurjo. La directora añadió que iba a contemplar "todas las opciones para que los niños puedan enseñar los trabajos que hicieron para 'Les Luthiers'.

Todo estaba estudiado al milímetro. Estaba preparada la bandina de Noreña para dedicarles su música. Un grupo de 30 miembros, "aunque no estaban todos", explicó Maribel Reyes, una directiva del grupo.

"No perdemos la esperanza de que se encuentre un hueco en la agenda de los premiados para hacer el acto", indicaba el director del centro, Daniel García. "Les Luthiers" iban a estar en el colegio "para ver el concurso de instrumentos informales y compartir luego un acto con otros niños de otros colegios. En el proyecto de este año también se incluía el inventario de palabras", cuenta Daniel García, el director del colegio Condado de Noreña.

Y efectivamente, en el diccionario de las palabras de los niños para "Les "Luthiers" aparecían términos como "andaluz" (andar con una luz) o "kilómetro" (un metro que pesa un kilo). Había otras con otra tendencia, tales que "latín" (el idioma de las latas de conserva) y "farolillo" (una mentira piadosa). Súmese "vaquerizo" (un erizo que lleva vaqueros) o "velada" (vela helada).

También tenía preparadas preguntas para "Les Luthiers". En una de ellas, de la alumna Telva Sánchez Cueto, planteaba si alguna mujer se interesó por entrar en su grupo. "Porque como son todos chicos?".

Y en la parte de instrumentos estilo "Les Luthiers" aparecían creaciones de los alumnos como las madreñacas, la saxotubería o el citado sidrófono, con el que su creador, Cristian Ortea, se marcó las notas de "Cumpleaños feliz". Es un instrumento hecho con botellas de sidra. Otro llamativo era el gochófono, con la figura de un gochu presidiendo el artilugio. También estaba la gaita cooperativa, unas maracas que portaba un crío con una camiseta de los "Rolling Stones", que las fabricó con dos coladores pegados con una cinta aislante.