El guardia civil Antonio Manuel Guerrero, condenado a nueve años de prisión por abusos sexuales en los Sanfermines de 2016 junto a otros cuatro miembros de "la Manada", seguirá en libertad provisional hasta que la la Audiencia de Navarra decida si debe volver a prisión tras la intención de obtener un pasaporte el 25 de junio y apreciarse riesgo de fuga. Los magistrados decidieron aplazar sus deliberaciones tras escuchar los testimonios de nueve testigos en una vista de más de cuatro horas.

En la vista testificaron tres agentes de la oficina del DNI y otros tres del juzgado en el que Guerrero firma tres veces en semana, como parte de las medidas cautelares impuestas por la Audiencia de Navarra para su puesta en libertad bajo fianza de 6.000 euros. Por petición del guardia civil, testificaron su pareja, su padre y una amiga.

Según la versión del guardia civil de "la Manada" y su letrado -que comparecieron por videoconferencia desde los juzgados de Sevilla- Guerrero acudió a los pocos días de estar en libertad provisional a comisaría, acompañado de su padre, para preguntar qué tenía que hacer con su pasaporte. Debía entregarlo en los juzgados, en el marco de las medidas cautelares de su auto de libertad provisional, y fue a consultar el tema porque creía que estaba caducado.

Frente a esta versión, la Policía elaboró un informe en el que se explica cómo Guerrero pidió renovar su pasaporte sin aludir al cumplimiento de ningún auto judicial. Eso hizo saltar una alerta en el sistema informático para advertir de que no podía hacerlo -tiene prohibido salir del país y debe entregar su pasaporte en los juzgados- por lo que se le comunicó la situación y se marchó.

Los tres magistrados, los mismos que emitieron la sentencia que condenó a los miembros de "la Manada" con un voto particular, tienen ahora, tras escuchar los argumentos de las partes, varias opciones, entre ellas decretar el reingreso inmediato de Guerrero en prisión por incumplir las medidas cautelares, endurecer las mismas sin llegar a encarcelarlo o mantener la libertad provisional.

A la salida de la Audiencia, Guerrero no dio ninguna declaración. Sí lo hizo su abogado, que aseguró que hicieron "todo lo posible para explicar el malentendido". También indicó que la resolución "va a tardar un tiempo".

El letrado del Ayuntamiento de Pamplona, que ejerce la acusación popular en este caso, comentó la versión de Guerrero en la vista es "diametralmente opuesta" a la de los funcionarios.

La decisión de la Audiencia de Navarra sobre si Guerrero debe volver o no a prisión podría tardar más de lo previsto porque los juzgados trabajan a medio gas durante las fiestas de Sanfermines, que comienzan hoy.