El "mejor poema del mundo" es una composición íntima, muy personal, escrita en valenciano. Es el lamento de un bancario jubilado que sueña con ser poeta al ver cómo se apaga su tía, enferma de alzhéimer. "On has anat, benvolgot ésser, / que al meu costat estàs /com si no estigueres?", comienza el poema. "¿Dónde has ido, querido ser, / que a mi lado estás / como si no estuvieras?". Unos versos firmados por Eliseu Ferrero Calatayud que le han servido al poeta para alzarse con la sexta edición del Premio Internacional de Poesía Jovellanos, "El Mejor Poema del Mundo", que convoca Ediciones Nobel y que se falló ayer, coincidiendo con el Día Mundial de la Poesía. Un galardón que reconoce la calidad de ese poema, "Alzheimer", pero que también ha servido para descubrir a un poeta maduro, cuya obra hasta ahora apenas había trascendido las fronteras de su pueblo, Canals. Una pequeña localidad valenciana con 14.000 habitantes.

"Lo único que pedía era no morirme en el banco, trabajando, con lo romántico que soy yo. Porque empecé allí a los 14 años, y no paré durante cuarenta años", relata Ferrero, en conversación con LA NUEVA ESPAÑA. Han pasado ya siete años desde que este bancario, nacido en 1957, pudo acogerse a una prejubilación y abrazar su auténtica vocación: escribir poesía. "Al principio, como novato que eres, crees que te van a dar todos los premios. Pasa un año y todo cero, pasa otro y nada. Mandas al 'Miguel Hernández', al 'Juan Ramón Jiménez', piensas qué poema puede gustar a cada institución, pero nunca ganas. Así que seguía mandando poemas, pero ya ni miraba. 'Ya me llamará alguien si gano', me decía. Y nunca llamaba nadie, hasta ahora", reflexiona el poeta.

Pese a la dificultad para dejarse ver en los concursos, Eliseu Ferrero no dejaba de escribir, alternando el valenciano y el español. Antes las dificultades para acceder al mercado editorial, comenzó a autoeditarse sus libros de poemas: "Tengo mucho escrito. Tengo tres libros publicados, uno en castellano y dos en valenciano. De dos de los que publiqué hice unos 50 o 60 ejemplares, para distribuir por el pueblo. Aunque hay uno, que dediqué al pueblo, a Canals, sus tradiciones, sus costumbres, su geografía de que se hicieron algunos más porque el Ayuntamiento lo publicitó".

Los libros de Eliseu Ferrero se articulan en torno a una temática: "Son poemarios intimistas que giran en torno a temas como el amor, la vida, la muerte o la naturaleza. Composiciones correlativas, que se incluyen en libros con un principio y un final". Pero dentro de su producción había un poema concreto, muy importante para él, que Eliseu Ferrero no había incluido en ningún libro: es "Alzheimer".

"Tengo una tía que cuando era muy joven, con 63 años, cayó enferma de alzhéimer. Todavía vive, tiene 75, y parece un pajarito. Está bien, pacífica, como una cosita que no sabe lo que es, ni lo que piensa, ni lo que puede ser", relata el poeta. De ver a su tía, de comparar el mirar perdido de ahora con la activa mujer que fue antaño, nació ese poema. Un homenaje en verso a un ser querido.

"Antes de componerlo le pedí permiso a mi primo, al hijo de mi tía. Y una vez acabado, antes de mandarlo, se lo enseñé, y le gustó. La verdad es que nunca pensé que pasara de ahí, que fuera a ganar el premio, pero he tenido suerte", explica Eliseu Ferrero. Ayer, cuando le comunicaron que "Alzheimer" era el poema galardonado con el premio Jovellanos, lo primero que hizo el poeta valenciano fue llamar a su primo: "Cuando se lo he dicho, se ha echado a llorar".

Eliseu Ferrero, poeta de su pueblo y de su gente, el mismo que leía sus poemas a los amigos de Canals, en esas sobremesas anegadas de fútbol, ha compuesto el mejor poema del mundo. "No me esperaba algo así, es algo muy bonito, estoy muy contento. Un poeta que empieza de joven sueña con ganar el Nobel, pero para mí, que empecé a escribir a los 54, esto es lo más grande que me puede pasar. Ya soy feliz. Y como el premio lo da Ediciones Nobel, pues es casi casi lo mismo".