Un bebé de apenas 14 meses ha fallecido este pasado martes tras haber sufrido un accidente en las escaleras de su propia casa. Se confirmó la muerte del pequeño, de nombre Shea Joyce, poco después de su accidente en la tarde del martes, a pesar de los grandes esfuerzos realizados por un doctor de la localidad para socorrerle. Las heridas que había sufrido eran demasiado graves para poder salvar su vida.

Fue encontrado completamente inmóvil en el fondo de las escaleras de su casa familiar alrededor del mediodía. La policía local de la zona fue llamada al lugar del suceso, quienes establecieron tras estudiar la situación que el incidente tan solo había sido un accidente fortuito, sin ningún tipo de sospecha hacia los miembros de la familia. “La policía está investigando la repentina muerte de un infante que fue declarado muerto en el hospital de Wexford la tarde anterior, después de haber sido trasladado desde su vecindario”, afirmó una portavoz de la policía sin añadir más detalles sobre el asunto.

Tras la pérdida del cuarto miembro más joven de la familia, el vecindario se ha volcado con sus padres, ofreciéndoles apoyo y ayuda en esta trágica situación, según ha declarado el Consejero John Fleming al Irish Mirror. “Hay una nube negra sobre todo el vecindario”, añadió. La buena relación que habían mantenido siempre los vecinos ha propiciado que se reúnan de esta manera tan altruista: “Es un accidente muy trágico, afirmó uno de ellos.

La familia Joyce estaba involucrada en la industria de la seguridad y también formaban parte de la Asociación Atlética Gaélica y de la parroquia de la ciudad, por lo que mantenían relaciones muy estrechas con casi todo el vecindario. “Viven en un ‘cul-de-sac’ y hay muchos buenos vecinos, buenos amigos y relaciones en esta carretera, y se reunirán alrededor de ellos en este momento”.