Una veintena de jóvenes, procedentes de ocho de las Escuelas Superiores de Arte Dramático de España, incluida la del Principado, tuvieron ayer el "inmenso honor", como ellos mismos describieron, de participar en una masterclass realizada por el actor César Sarachu, uno de los dos únicos españoles discípulos del premio "Princesa" de las Artes Peter Brook. En ella, el espigado actor -parece salido de las manos de Giacometti- les dio algunas de las claves de la forma de trabajar del veterano director. La más clara, la que más indeleble marca dejó en Sarachu, es que "el actor debe vaciarse". "Al principio no entendía muy bien a que se refería, pero con el tiempo sí", confesó el actor español, que enfatizó que al galardonado "le horroriza oír hablar de un 'método Brook'". Para el director londinense, el proceso de creación y ensayo "es un juego, una búsqueda, un camino que debe recorrerse; el teatro solo puede ser creado jugando", enfatizó Sarachu.