El sociólogo Alejandro Portes, premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales, ha asegurado que España "ha dado ejemplo de tolerancia al resto de Europa acogiendo serenamente un flujo constante a través del Mediterráneo", en una conferencia en la Junta General del Principado, donde estuvo acompañado por el presidente de la Junta, Marcelino Marcos, y el profesor de la Universidad de Oviedo Hans van den Broek.

Una de las razones de esta buena capacidad de acogida ha sido, paradójicamente, la ausencia "de un modelo de asimilación desde arriba" de la población inmigrante. No se obligó a los migrantes a aprender la lengua del país como requisito de integración sino que "bien se dejó a los colectivos inmigrantes irse acomodando ellos mismos a su tiempo y manera", y esta ausencia de modelo "resultó al fin y al cabo ser el mejor modelo de integración. Hacia 2016 nos era posible anunciar, después de completar un estudio de una década sobre miles de inmigrantes en España, que su proceso de adaptación había sido en general exitoso".

Esta situación, no obstante, "no puede continuar indefinidamente sin pena de poner en riesgo el éxito de la integración lograda en el pasado en España y la paciencia de la población nativa; si los países avanzados no logran canalizar los flujos de emigrantes en forma regulada, la alternativa va a ser el surgimiento de movimientos nativistas cada vez más fuertes, el cierre de fronteras y la proliferación de ataques xenófobos", concluyó el sociólogo.