Millones de personas en todo el mundo viven con el dolor y las limitaciones que impone la artritis reumatoide, una enfermedad autoinmune que ataca a las articulaciones y que normalmente se combate con esteroides, que pueden tener graves efectos secundarios.

Ahora, científicos del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson, en Seattle han identificado una pequeña proteína en el veneno de alacrán que se acumula rápidamente en el cartílago de la articulación y que, a diferencia de los esteroides, actúa en el lugar de la inflamación causada por la artritis. "Para las personas con artritis, los efectos secundarios del control de la enfermedad pueden ser tan malos o peores que la enfermedad misma, ya que los esteroides van a todas las partes del cuerpo, no solo adonde se necesitan", explica Jim Olson.