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Un fin de carrera y contratos de trabajo en Madrid, en el aire por el virus

Marina Cañaveras Alocen sufre en primera persona la suspensión de la actividad en todos los centros y niveles educativos en la comunidad de Madrid. Estudiante de la Universidad Rey Juan Carlos, ayer tenía una cita con su tutor para revisar el trabajo de fin de grado (TFG) tras un mes de espera, y la noticia del cierre de todos los centros educativos cayó como un jarro de agua fría. Aún así, decidió acercarse a la universidad y la suerte jugó a su favor. "Como el anuncio había sido tan reciente, muchos de los profesores estaban aún en el campus", relató aún con la alegría de haber conseguido su propósito. Aún así, desconoce si podrá conseguir su propósito de presentar su trabajo en mayo. "Si la situación sigue así, me temo que tendré que aplazarlo''.

Cañaveras empezará a trabajar el próximo lunes, y tenía pensado desplazarse estos días fuera de la comunidad para visitar a unas amigas, también asturianas. Pero se lo está replanteando por temor a que las restricciones en el transporte le impidan regresar a la capital de España en el fin de semana.

Contratos en el aire

José María González Álvarez es uno de los pocos especialistas de tatuaje sin máquina en el Principado. Ha tenido que regresar a Oviedo tras cancelar las sesiones que tenía previstas en Madrid porque "la situación allí es insostenible. Había venido solo unos días y el miedo al coronavirus ha hecho que el número de citas bajase considerablemente, así ya no me sale rentable el viaje'', lamenta. Ahora, además de reubicar las citas que tenía previstas, ha decidido también posponer su viaje a Lanzarote donde un estudio le había fichado para tatuar la próxima semana.

Esta joven promesa de la tinta tiene los próximos meses compromisos laborales en estudios de Suiza y de Berlín, pero ahora duda sobre la posibilidad de estos acuerdos. "Tal y como está la situación tengo mucho miedo de que cierren fronteras y tenga que cancelar las sesiones que tengo previstas el mes que viene en Berna, Suiza. Es una colaboración muy importante y tenía muchas ganas de aprovecharla, entiendo todos los peligros y que hay que tomar medidas cuanto antes, pero estoy perdiendo citas que probablemente no pueda recuperar'' . El miedo, por suerte, aún no se ha apoderado de Asturias y José María continúa con su trabajo en Oviedo.

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