La mañana ha aparecido soleada y prácticamente desierta en las principales ciudades asturianas. En Oviedo muchos ciudadanos han acudido a primera hora a los supermercados para hacer acopio de víveres ante la recomendación de permanecer en casa para evitar contagios. En un supermercado de la plaza Daoiz y Velarde, junto a la plaza del Fontán, decenas de personas esperaban a primera hora en la calle para poder acceder al establecimiento. En otro supermercado de la misma cadena, en La Losa, no había mayores problemas de acceso pero sí a la hora de pagar. "Hemos estado una hora en la cola, una hora de reloj, en la caja para pagar", explicaba una clienta. En esos supermercados, Mercadona, los trabajadores cobrarán una prima prima del 20 por ciento sobre su salario bruto en el mes de marzo debido a la mayor carga de trabajo como consecuencia del coronavirus.
En el pequeño comercio se mantienen las medidas de seguridad. Los clientes entran de uno en uno mientras el resto espera en la calle manteniendo entre ellos la distancia de seguridad.
Los establecimientos más concurridos esta primera mañana de "estado de alarma" en el Principado han sido los supermercados, las pequeñas tiendas de comestibles y los estancos.
Son las consecuencias de la decisión del Principado de cerrar toda la actividad hostelera y de ocio a partir de hoy para frenar la expansión del coronavirus. La medida también afecta a las grandes superficies, excepto sus supermercados y parafarmacias. La decisión incluye todos los espectáculos públicos, las actividades recreativas, como ferias, fiestas y conferencias, discotecas, cines, gimnasios y los templos religiosos. Ayer se vivieron aglomeraciones en los supermercados (las ventas aumentaron un 183 por ciento) para acaparar víveres pese a las garantías de abastecimiento. Se desató la indignación ciudadana por la presencia de personas procedentes de Madrid y el País Vasco que convirtieron la obligada cuarentena en vacaciones convirtiéndose en potencial vector de contagio. Las calles comenzaron a quedarse vacías y muchos asturianos empezaron a tomar conciencia real de la gravedad del problema.
Ante esta situación y después de que el Presidente Pedro Sánchez anunciase un estado de alarma sin concretar las medidas, que activará hoy, Asturias y otras comunidades autónomas actuaron para decretar el cierre de establecimientos comerciales.
El decreto regional permite la apertura de los pequeños locales no incluidos en la resolución que publica el Boletín Oficial del Principado. Gasolineras, pequeño comercio y kioscos podrán abrir si sus propietarios lo desean y siempre que cumplan las normas preceptivas de higiene. "Necesitamos medidas más contundentes. Tenemos que tratar de evitar vernos como Madrid", alertó ayer el presidente, Adrián Barbón, al término de la reunión de comité de coordinación frente al coronavirus, donde se acordó pedir al Consejo Interterritorial de Salud el endurecimiento de las medidas, junto a otras comunidades autónomas, ante el riesgo de escalada y propagación de la pandemia.
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El objetivo último de esas medidas más restrictivas, que entrarán en vigor hoy mismo (a las 12.00 horas previsiblemente), "es evitar el colapso sanitario", recalcó Barbón tras mantener una conversación por videoconferencia con el presidente Pedro Sánchez, al que manifestó su apoyo por la declaración del estado de alerta a que aprobará hoy el Consejo de Ministros para las próximas dos semanas. El Presidente sostuvo que es el momento oportuno para aplicar medidas más duras, "ante la llegada masiva de personas. Tenemos que tomar decisiones drásticas porque en las dos próximas semanas podrían aumentar los casos de contagio de manera exponencial".
Barbón trasladó un mensaje rotundo a los ciudadanos que han llegado a Asturias en los últimos días procedentes de Madrid, País Vasco e Italia. "Apelo a su responsabilidad. Les exijo que asuman una autocuarentena en sus lugares de residencia, que no tengan vida social. Esto no son unas vacaciones más. Su presencia puede suponer un vector de contagio muy importante. Por eso les pido, les exijo que apliquen autorresponsabilidad", planteó el presidente del Principado, quien aprovechó para actualizar las cifras del coronavirus en la región. Se han registrado 73 casos, de los que hay activos 70. Dos han sido dados de alta y,además, está el caso de la única víctima mortal, el salesiano de Oviedo.
El presidente asturiano defendió que para que esas restricciones den resultados y frenen la expansión del coronavirus es conveniente su aplicación de manera coordinada y homogénea entre varias comunidades autónomas. "Hemos hablado con varias en las últimas horas", reveló Barbón. "Llevamos mucho trabajo hecho. Tenemos que tratar de evitar vernos como Madrid", manifestó Barbón, quien agradeció el trabajo del personal sanitario y del que trabajo en los centros de mayores de Asturias, "donde se encuentran las personas en situación más límite, las más vulnerables ahora".
El decreto elaborado por el Principado, que entra en vigor hoy, recoge medidas complementarias "de distanciamiento social al persistir el riesgo inminente y extraordinario para la salud de la población", que consisten en el cese de toda actividad comercial en grandes superficies "salvo los espacios dedicados a la venta de alimentos y de productos de parafarmacia e higiene personal" así como de los locales de ocio.
Estas medidas, precisa el decreto del Gobierno, implican "el cese temporal de la actividad empresarial y laboral" en dichos ámbitos. Cines, teatros, espectáculos musicales, conferencias y congresos, atracciones de feria, salas de conciertos, discotecas, circos, salas de baile, karaokes,museos, bibliotecas, bares, cafeterías, restaurantes, sidrerías, boleras, gimnasios, salones recreativos, parques zoológicos y botánicos, autoescuelas,albergues, centros y establecimientos religiosos, centros termales y ludotecas no podrán abrir en las próximas dos semanas, según recoge de forma expresa el decreto del Principado.
