Con España al borde de los 12.000 casos oficiales de enfermos de COVID-19 y una cifra de muertos que ya alcanzaba al cierre de esta edición los 533, el país afronta lo que se espera sea una escalada en la curva de pacientes, con un pico que se aguarda para los próximos días. Las medidas de confinamiento han frenado los contagios, pero la enfermedad aparece días después de que esa transmisión se haya producido. Anteayer el incremento de fallecimientos superó el 50 por ciento. Se encuentran hospitalizados el 46 por ciento de los infectados a los que se ha realizado el test. El 5 por ciento de ellos están en UCIs. Según los datos facilitados por el Ministerio de Sanidad ayer por la mañana (que en realidad corresponden a las cifras del día anterior a las 21.00 horas), el número de ingresados es de 5.136 y el de quienes ocupan camas en espacios de cuidados intensivos es de 563. Desde que se detectó el primer caso en el país, son ya 1.087.

Madrid continúa siendo el epicentro de la enfermedad en España, casi la mitad de los contagiados se encuentran en la capital de España, donde además se encuentra el mayor número de hospitalizados. Los datos agregados correspondientes a la situación de la mañana de ayer señalaban que existían 4.871 enfermos; no obstante, los servicios sanitarios de la Comunidad de Madrid realizan seguimiento telefónico a más de 20.000 pacientes que consideran confirmados o sospechosos de padecer la enfermedad causada por el coronavirus. El segundo lugar lo ocupa Cataluña, con 1.394 casos, seguida del País Vasco, que suma 765 enfermos.

La letalidad del virus en Madrid (número de fallecimientos dividido entre el número de personas enfermas) se halla en el 7 por ciento, una cifra mayor que la media española, que se halla en torno al 4 por ciento, lo que evidencia la existencia de contagiados no diagnosticados y a lo que se añaden ciertos focos entre población de edad avanzada.

Con todo, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, señaló que con los datos de ayer, el aumento de casos en relación con las últimas 24 horas anteriores era del 17,7 por ciento. "Este dato es algo menor de lo habitual", señaló Simón.

Pese a esa aparente suavización de la curva, Simón recalcó que hay ser prudentes con los datos y que el ministerio de Sanidad sigue analizándolos. El Ministerio insta a la sociedad a "mantener la tensión", para "intentar que este periodo, que será duro, se aguante de la mejor manera posible". "Hay que ser conscientes de que esto va a durar al menos 12 días", señaló Simón.

La clave será contener la presión asistencial por el aumento de casos graves para que el sistema sanitario español pueda soportarlo. Un estudio llevado a cabo por la Universidad Rovira i Virgili de Valencia ha estimado la sobrecarga que recibirá el mapa sanitario español a causa de esta pandemia.

El estudio constata el efecto que tendrá la actual restricción de movilidad, pero detecta que el próximo 24 de marzo el número de casos graves de COVID-19 en España puede superar a la capacidad sanitaria del país en camas de UCI (unas 5.000). El estudio establece que solo una restricción de movilidad total (sin movilidad laboral) o fórmulas más estrictas podrían evitar ese colapso.

Los mayores problemas se producirían en las comunidades de La Rioja y Álava. Madrid llegaría a ocupar el 89% de su infraestructura de UCIs a enfermos graves a causa de coronavirus. Esta circunstancia, dado que aproximadamente el 5 por ciento de los contagiados requiere de estas instalaciones sanitarias, implica que el número total de enfermos (aproximadamente el 80% son asintomáticos o pueden pasar la enfermedad en sus casas) sería enorme. Con todo, todas las proyecciones matemáticas están sujetas a ajustes a medida que se vayan actualizando los datos reales cada día.