Por la ley de protección de datos del paciente, la Asociación regional de Familiares de Enfermos de Alzhéimer, Adafa, no puede teletrabajar -su sede, un centro municipal de Gijón, está clausurado- ni ponerse en contacto con los afectados. "Lo hemos puesto en las redes sociales. Muchos familiares no tienen, pero sí leen prensa. Queremos que sepan que todo pasó muy rápido y no nos dio tiempo a avisarles", lamenta la presidenta, Concha Mena, que explica que los datos de los pacientes están guardados bajo llave y que, por normativa, no puede sacarlos de la oficina, ni siquiera para extraer números de teléfono. "Sabemos que para el cuidador será muy difícil explicarle al enfermo que no puede salir de casa y lamentamos no poder ayudar, pero saldremos de esta y volveremos", añadió Mena.