El reparto de Cruz Roja ya estaba previsto, pero si hubo alguna duda que planteara suspenderlo por los riesgos que entraña llevarlo a cabo en plena crisis del coronavirus se disipó en un segundo. "No se podía paralizar, va dirigido a las personas en situación de mayor vulnerabilidad y es necesario. Se ha hecho cumpliendo todos los protocolos de seguridad y normas de las autoridades sanitarias y sigue en marcha", explica Azucena Brasa, coordinadora en Avilés del programa de distribución de alimentos procedentes del Fondo de Ayuda Europea para los Más Desfavorecidos.

La distribución comenzó ayer, en la antigua rula, y se prolongará hasta el próximo 8 de abril. Habitualmente se hace en una semana, pero la crisis sanitaria impone condiciones que se respetan a rajatabla: menos personas por día, mayor lentitud por la distancia de seguridad y menor número de voluntarios para no concentrar gente en el punto de entrega. Se atenderá una media de unas 35 personas por día, hasta llegar a las 446 que se beneficiarán del reparto.

La coordinadora del programa incide en el agradecimiento a los voluntarios: "Hay mucha gente para colaborar. Antes lo hacíamos con ocho voluntarios, ahora tenemos cuatro cada jornada para no juntar a tantas personas". Las entregas, excedentes europeos, se realizan tres veces por año. En esta ocasión está previsto repartir unas 35 toneladas de alimentos.