El estado de alarma decretado en España desde el pasado 14 de marzo ha provocado algunos cambios en los hábitos de la consumo de la sociedad que tienen su reflejo en los residuos urbanos trasladados a plantas de tratamiento o vertederos.

Así, según datos de la Gestión de Residuos Sólidos de Asturias durante la primer semana en la que se aplicó el estado de alarma se registró un significativo incremento de los residuos hospitalarios de casi un 50 por ciento en volumen y de un 20,7 por ciento en peso hasta superar las 18 toneladas.

Ese aumento se debe principalmente a las características del material desechable como batas de un solo uso, mascarillas o gafas y, en ese ámbito, ya se han superado en lo que va de mes los totales de cada uno de los pasados meses de enero y febrero con 224,5 toneladas.

El confinamiento de la ciudadanía en los domicilios ha supuesto también un incremento del 11,5% en los residuos orgánicos y de 3,65% en los envases, hasta alcanzar las 241 toneladas mientra que papel y cartón han descendido un 16% como consecuencia de la disminución de la actividad comercial.

La misma circunstancia se produce en el ámbito de la hostelería, un sector en el que la inactividad ha supuesto una disminución de casi el 17% en el vidrio recibido en relación a la penúltima semana.

En el caso de los puntos limpios la limitación de la movilidad ciudadana refleja una disminución en el uso que se realiza de los mismos en los que, por ejemplo, la recogida de muebles bajó un 63%.