Las multitudinarias manifestaciones del 8M están en el centro del debate político sobre la pandemia después de PP y Vox acusaran al Ejecutivo de autorizar estas marchas pese a las advertencias sobre la conveniencia de permitir grandes concentraciones. La ministra de Igualdad, Irene Montero, asegura que el Ejecutivo siguió las pautas "que nos dijeron los expertos y la autoridades sanitarias". El ministro de Sanidad, Salvador Illa, apunta que su departamento no podía cancelar la manifestación del Día de la mujer o cualquier otro acto en esas fechas porque hasta el 14 de marzo, cuando que se decretó el estado de alarma, las competencias en esta materia las tenían las comunidades autónomas.

PP y Ciudadanos criticaron ayer en la comisión de Sanidad del Congreso lo que consideran una tardanza del Ejecutivo a la hora de afrontar el avance del coronavirus Covid-19, pese a las advertencias que llegaban de fuera. El 3 de marzo, el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC) advertía de la conveniencia de "establecer medidas de distanciamiento social" y "evitar actos multitudinarios innecesarios" al constatar que en Madrid aumentaban los casos de infecciones importadas. Con argumento similares, Vox culpó de esta falta de previsión al director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, y reclamó su cese, lo que el ministro rechazó de forma tajante.

El titular de Sanidad explicó que el mismo 8 de marzo "al anochecer" recibió las llamadas de los consejeros de Sanidad de País Vasco y Comunidad de Madrid en las que le comunicaban un aumento "sustancial" de los casos en sus autonomías y le trasladaron su intención de poner en marcha varias medidas preventivas. Illa hizo constar que hasta el 14 marzo, cuando se decretó el estado de alarma, las competencias sanitarias correspondían a las comunidades. "Yo no puedo tomar medidas de salud pública, no puedo suspender una manifestación, no puedo suspender un partido de fútbol u ordenar una medida restrictiva", expuso el ministro, quien defendió que su departamento actuó con rapidez ante una "situación cambiante". El aumento de casos registrado tras el 8M es "la fotografía" de lo que pasó entre 7 y 10 días antes, que es cuando se producen los contagios, es decir "en la última semana de febrero", afirmó Illa.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, quien ayer acabó su período de cuarentena tras haber dado positivo, acusó a Vox de usar el coronavirus para hacer "partidismo" y "atacar a las mujeres y al feminismo". En una entrevista en La Sexta, Montero sostuvo que "hicimos en todo momento lo que nos dijeron los expertos y las autoridades sanitarias". La ministra replicó a las acusaciones de Vox al apuntar que en el fin de semana del Día de la Mujer se celebraron cientos de actos. Incluido el congreso de Vox en el Palacio de Vistalegre. "Cuando esta crisis pase, habrá que ver qué cosas no se han hecho bien", asume la titular de Igualdad, para quien "el nivel de agresividad y odio con el que la extrema derecha ataca a las mujeres no responde a un dato científico". En los días posteriores al 8M dieron positivo en coronavirus la ministra Montero y la de Política Territorial, Carolina Darias, además de la mujer de Pedro Sánchez, Begoña Gómez. La vicepresidenta Carmen Calvo, recibió ayer el alta en la clínica Ruber de Madrid para seguir el tratamiento en su domicilio.

Un abogado presentó denuncia ante la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo contra el presidente Sánchez, por permitir concentraciones multitudinarias días previos a la aprobación del estado de alarma.