¿Cómo será el mundo una vez que haya transcurrido la pandemia de COVID-19? LA NUEVA ESPAÑA ha solicitado a un nutrido elenco de profesionales asturianos -o vinculados a la región- de ámbitos muy diversos un ejercicio de reflexión para ver cómo se presenta el futuro. Muchas dudas, optimismo y pesimismo apartes iguales y algo claro: vendrá una nueva forma de ver y abordar la vida, quizás algo más “humana”, pero sin olvidar las dificultades que habrá para recomponer una economía tocada.
Evaristo Martínez-Radío | Historiador
“No soy optimista sobre qué aprender de ello”
No me cabe duda de que la Humanidad (porque hay que hablar de Humanidad) sobrevivirá a la crisis del COVID-19. No es la primera en nuestra historia ni quizás, ojalá me equivoque, sea la última. Salvando las distancias, sin aludir a las epidemias medievales, no nos tocó una guerra civil o una guerra mundial, que se superaron (algunos más que otros). La cuestión es qué podemos aprender de ello y aplicarlo de forma positiva. No soy optimista. Mientras primen intereses económicos y egoístas sobre la razón y sentido común, mientras la población esté aletargada, llegarán más virus en diferentes formas.
Begoña Fernández-Costales | Empresaria y socióloga
“Los comportamientos se rehumanizarán”
Nos situamos ya en plena vorágine de crisis, con índices superiores a 2008, con la divergencia de que esta será más acotada en el tiempo al ser una crisis exógena. Las cosas deberían volver a su sitio con una mayor celeridad y tendremos que generar recursos para pagarlo. El problema radica en si se producirán cambios en los hábitos de los ciudadanos, lo que conllevaría un cambio en el modelo económico y de gasto. Somos callejeros por naturaleza y nos gusta relacionarnos, aunque paradójicamente ya vivíamos de una forma más individualista, incluso egoísta. No éramos conscientes de lo que teníamos hasta que lo perdimos, éramos felices y no lo sabíamos. Sacaremos un aprendizaje de todo esto y nuestros comportamientos se rehumanizarán, pero tendremos que estar ojo avizor para no olvidar con excesiva rapidez.
José Luis Álvarez Almeida | Presidente de la patronal del turismo asturiano (Otea)
“Recuperaremos valores humanos perdidos”
En el ámbito empresarial, creo y deseo que recuperaremos la normalidad más pronto que tarde, porque somos un país latino, que primamos las relaciones sociales y humanas y la vida en la nuestros bares y restaurantes, sidrerías. En cuanto al sector turístico asturiano, las empresas que se mantengan -si las ayudas del Gobierno son eficaces esperamos que sean muchas- van a luchar por subsistir. Pero quiero recalcar el aspecto social y humano. Creo que los hábitos sociales se van a replantear, reforzándose las relaciones familiares, con los amigos e intensificando la convivencia. La familia entendida también como la familia empresarial, de los trabajadores con los empresarios. Recuperaremos valores humanos perdidos porque hemos visto lo frágiles que somos y la necesidad de estar unidos.
Paz Andrés | Catedrática de Derecho Internacional Público
“Refuerzo de la cooperación internacional”
Es aventurado hacer profecías, aunque sean “micro”, por eso las mías están inevitablemente teñidas de deseos. Quiero pensar que el mundo después del COVID-19 se habrá dado cuenta de la importancia que tiene apoyar en serio el progreso de la ciencia y reconocer a los profesionales en cuya fundamental labor no se suele reparar porque estamos distraídos con los intrascendentes ruidos cotidianos. También confío en que los estados se den cuenta por fin de que una parte esencial de la solución pasa por el refuerzo de la cooperación internacional a través de las organizaciones internacionales, de forma que sus advertencias serán más escuchadas y sus propuestas de medidas mejor cumplidas. Y en mi microprofecía no puede faltar una Unión Europea tan solidaria como han demostrado ser sus ciudadanos.
Guillermo Ulacia | Presidente de Femetal
“Un futuro más equitativo sin emisiones de gases”
En todo el mundo estamos experimentando un cambio radical en nuestra forma de vivir. Es un desafío increíble al que nos estamos enfrentando las personas y las familias, al igual que las empresas grandes y pequeñas, los sistemas sanitarios y los gobiernos. A medida que superemos la crisis humanitaria, todos los esfuerzos se centrarán en restablecer la economía y establecer un nuevo rumbo. Éste es un momento en el que podemos dar un giro decisivo para construir un nuevo futuro, más equitativo, más cohesionado, más solidario, en definitiva un futuro mejor, sin emisiones de gases de efecto invernadero.
Germán R. Blanco | Enólogo y viticultor
“Buscar nuevos mercados”
Llegó el coronavirus y mi aventura de emprendimiento y de pasión por lo artesano, por lo sostenible, como viticultor se ha visto muy afectada: la hostelería mundial cerró, al sector turístico le falta liquidez… Y un dato importantísimo en esta ecuación es saber cuánto va a durar esto, eso clave. Todo el sector lucha por no ahogarse financieramente y sobrevivir. No lo harán todos. El futuro se presenta durísimo, si bien soy optimista por naturaleza. Todos los sectores de la cadena estaremos fatal de tesorería cuando esto acabe por lo que las relaciones con nuestros clientes se volverán más ásperas, menos fluidas y sobre todo mucho más exigentes en cuanto a pagos, cobros y financiación. Deberemos empujar en exportaciones y buscar nuevos mercados a la vez. Hay que ser realistas, vienen muchas curvas pero nunca llovió que no escampara.
Hilario López García | Profesor de Ingeniería Eléctrica
“Oportunidad de revisar la docencia”
La actual crisis puede suponer una oportunidad para revisar y replantear la forma de impartir docencia en la Universidad española, con métodos que en algunos casos se remontan a varios siglos. Se nos ha dotado de las herramientas para dar docencia on-line no presencial en la mayor parte de actividades de las distintas asignaturas. Creo que esta forma de trabajo, en un porcentaje muy superior al actual, perdurará en la Universidad española al finalizar la actual crisis, lo que hará que estemos mejor preparados para las siguientes así como ser más activos en la captación de alumnos con dificultades de horario, traslados, etc. para acceder a la docencia presencial. La progresiva incorporación nos permitiría ser más competitivos en la captación de alumnos de otros países así como los que ahora se decantan por cursos MOOC (Cursos online masivos y abiertos). Lógicamente habrá sesiones de Laboratorio, prácticas externas y otras con equipos especializados en que la problemática es distinta y se requiera un trabajo con los mismos presencial, con simuladores, cámaras u otras.
Santiago García-Castañón | Catedrático de Literatura Española
“Algo cambiará, pero todo será diferente”
Como no me dedico a la adivinación, porque no soy ni Nostradamus ni el Oráculo de Delfos, me guardaré mucho de conjeturar cómo será la vida tras el coronavirus. Si algo hemos de aprender de esta terrible experiencia es que la vida es valiosa e impredecible, que nada es seguro, y que todo lo humano es efímero y quebradizo, pero eso ya lo dijo Quevedo. Algo nos había dicho también Jorge Manrique doscientos años antes: “Ved de cuán poco valor son las cosas tras que andamos y corremos”; pero claro, no les hacemos caso a los clásicos, y así nos va. Nos empeñamos en tener el último iPhone, y resulta que en los momentos críticos nos matamos por cuatro rollos de papel higiénico. Pero la primavera hará surgir de nuevo brotes verdes, recuperaremos el ritmo vital que el maldito coronavirus nos arrebató, saldremos a las calles, poblaremos los parques, nos amaremos y nos odiaremos, como llevamos haciendo miles de años. Todo seguirá siendo igual, pero algo habrá cambiado, y en cierto modo todo será diferente.
Pablo Moro | Músico
“Un poco más felices y cumplir promesas”
Cuando acabó la pandemia todo había cambiado. La luz del día parecía brillar de forma más intensa, el mar olía como si hubiera empezado a existir en ese momento; sonaba música por todas partes y el aire sabía a libertad, futuro y esperanza. Todos cumplieron sus promesas. Todos fueron un poco más felices. Sólo él se mantuvo igual. Escondido detrás de la ventana, mirando con recelo la alegría del mundo, desconfiado, dando vuelta a la llave en la cerradura, temeroso, guardando en sus armarios una buena tonelada de pan y medicamentos, para cuando llegaran de nuevo los tiempos difíciles que, estaba seguro, habrían de volver algún día.
Ignacio Villaverde | Catedrático de Derecho Constitucional
“Un mundo con más incertidumbre”
Si pasamos por esto, podemos con todo. Sí, será un mundo con más incertidumbre. Pero también más solidario y generoso. La economía irá mal. ¡Pues reinventémosla! Y que Merkel diga lo que quiera. Estoy seguro de que sabremos dónde invertir y dónde gastar. Sabremos aprovechar la ola de solidaridad y creatividad. De ésta saldremos juntos, con generosidad, no con recortes; con valentía, no con avaricia; con solidaridad, no con cálculo. Llámenme iluso. Pero aún tengo fe. El mundo después del coronavirus tiene que ser mejor, o no será. Ese tiene que ser nuestro empeño.
Antonio Trevín | Expresidente del Principado
“Adiós a buena parte del pequeño comercio”
Pandemia vírica. Teoría conspirativa extravagante: internet censura informaciones sobre el coronavirus. Burlan la “censura” llamándolo “bicho”. Bombardeo de información sin contrastar que llevará a exigir rigor y veracidad. Aunque sea pagando. Adiós a buena parte del pequeño comercio. Lo añoraremos mucho. Una Europa algo más China y menos Estadounidense. Pero consciente del peligro de las deslocalizaciones industriales. Mejor sanidad y universal (quien no está en el sistema se convierte en peligro potencial para el resto). Y estructuras efectivas de Estado ante sus crisis. Y una recuperación rápida en industria y construcción. Para quien sepa aprovecharla.
