En el día en que España registró la cifra más baja de muertos de las últimas ocho jornadas (809), Asturias mantuvo el virus a raya. Según los datos facilitados a última hora de ayer por la Consejería de Salud, los casos de COVID-19 aumentaron en 83, siguiendo la tendencia de "desaceleración" de la semana, hasta los 1.605 acumulados. En estos momentos hay 1.309 personas infectadas, de las cuales 356 están hospitalizadas -9 más que el viernes- y 83, en la UCI. Un dato alegre: 26 asturianos recibieron el alta en las últimas 24 horas -hacen un total de 216 desde que comenzó la pandemia-. Y otro triste: 4 muertos más, que suman 80.
"En Asturias la incidencia del COVID-19 está siendo bastante menor que en el resto de España y hemos conseguido aplanar la curva", aseguró ayer en Gijón el Consejero de Salud, Pablo Fernández, que remarcó que el aumento de casos "se está desacelerando". "Está subiendo -aclaró-, pero poco a poco, lo que nos permite no saturar los recursos sanitarios". De hecho, según indicó el Presidente del Principado, Adrián Barbón, "la capacidad hospitalaria de la región está al 50%". Nada que ver con comunidades como Madrid, que están desbordadas. En gran parte esto es así, afirmó el titular de Sanidad, "gracias al papel de la atención primaria y domiciliaria, que hemos reforzado, y que está atendiendo casos muy leves en domicilios".
El Presidente celebró que "estamos controlando y dilatando el crecimiento de la enfermedad", llegando ya a esa "meseta" de la curva, que "es la garantía de que nuestros recursos sanitarios van a poder controlar la situación". Aun así, advirtió, "quedan semanas duras y difíciles", a las que seguirán "la reconstrucción del sistema sanitario y de la economía". Barbón se mostró tajante al asegurar que "el objetivo prioritario de nuestro sistema de salud" es atender a "nuestros ciudadanos", explicitando que, por ahora, "ninguna comunidad autónoma" pidió a Asturias acoger a sus pacientes. No obstante, agregó, "si con la evolución de los datos viéramos que nuestros recursos sanitarios sobran, si alguna comunidad lo pide, no renunciaríamos a salvar vidas".
En España se registraron ayer 809 muertos. No se encuentra un dato menor desde el 27 de marzo, cuando fallecieron 769 personas. Y jueves y viernes fueron dos jornadas negras, con 950 -el máximo hasta la fecha- y 932 víctimas mortales, respectivamente. Desde que comenzó la pandemia en todo el territorio nacional han perdido la vida 11.744 personas. El descenso de ayer es aplicable también a los casos diagnosticados, a los ingresos hospitalarios y a los pacientes en las UCI.
Hay 7.026 nuevos contagiados, que hacen un total de 124.736 después de incrementarse "solo" un 5,9%, pues es de los más bajos desde el 25 de marzo. La mayor caída se ha producido en hospitalizaciones: el dato de ingresos subió en 975 personas, menos de la mitad que cualquier otro día. Y en las UCI, los ingresos aumentaron un 1,8%, con 116 nuevos, mientras que el viernes el incremento fue de un 5,3%. En las unidades de cuidados intensivos de todo el país hay 6.532 pacientes. Otro dato esperanzador es el de curados: si el día anterior el crecimiento fue del 34,7%, ayer fue de un 12,1 % hasta los 34.219. Hay 3.706 nuevas altas, que hacen desde el inicio de la crisis más de 34.000.
En Asturias el coronavirus se mantiene, con alguna fluctuación, más o menos estable. Si ayer los nuevos casos fueron 83, el viernes fueron 89; el jueves, 49; el miércoles, 62; el martes, 86; el lunes, 78; el domingo, 70... Con respecto al número de fallecidos, ningún día de la semana pasó de los 8. Ayer, 4 más; el viernes, 6; el jueves, 1; el miércoles, 6; el martes, 8; el lunes, 6; el domingo pasado, 8.
Pese a ello, el Principado está construyendo una unidad de hospitalización en el recinto ferial Luis Adaro de Gijón, con capacidad para atender a 144 pacientes y que ayer visitaron el Presidente Adrián Barbón y el Consejero Pablo Fernández. El equipamiento estará listo la próxima semana. La intención es que acoja a infectados que "no están en disposición de estar aislados en su domicilio o en la residencia en la que se encuentren y que no necesiten una atención hospitalaria compleja", según explicó el titular de Salud. El complejo ferial está organizado en seis boxes con veinticuatro camas cada uno y en él se realizarán "cuidados básicos de enfermería y atención médica". Su puesta en marcha, señalaron, "no depende de la saturación de los hospitales, sino que es un paso intermedio entre la atención domiciliaria y el hospital".
La construcción "en tiempo récord" de esta unidad, valoró Adrián Barbón, responde a la "anticipación con la que hemos trabajado desde el primer momento". "No esperamos a tener los centros saturados para construir este tipo de equipamientos", matizó. Cada paciente contará con un punto de luz, una visera de protección, un punto de llamada al servicio de enfermería y toma de gases y electricidad. Cada uno de los boxes con 24 pacientes contará con 2 médicos en turnos de 8 horas, 2 enfermeras en turnos de 12, 2 técnicos en cuidados auxiliares de enfermería y 1 celador.
Sin salir de Gijón, el Hospital de Cabueñes consiguió ayer liberar una de sus camas de la UCI con la subida a planta de uno de los infectados. Un éxito clínico que se traduce igualmente en la reducción de la presión asistencial de la unidad de cuidados intensivos del centro, que cuenta con 11 pacientes (8 de ellos confirmados y tres pendientes del resultado) ingresados. En Avilés, las diez camas de la UCI del Hospital Universitario San Agustín siguen llenas. Se espera que en las próximas horas entren en servicio otras tres camas de cuidados intensivos. Según fuentes sindicales, el problema del hospital avilesino no es falta de espacio para albergar nuevas UCI, sino escasez de personal. Más relajada está la situación en planta, que se encuentra en algo más del 50% de su ocupación.
