La flexibilización del confinamiento que permitió, el sábado, que buena parte de la población asturiana echara a caminar, a correr o a hace algún deporte para desentumecer los músculos parados por el estado de alarma también llevó a algunos asturianos a tomar rumbo al monte. Un espacio en el que, a priori, podría ser más difícil respetar las normas que van aparejadas a ese primer paso del desconfinamiento de los adultos, como la que indica expresamente que el deporte puede practicarse sin salir del municipio de referencia.
Y esa comprobación de hasta qué límite llevaban algunos montañeros sus rutas de ocio fue la que hicieron el fin de semana algunos miembros del Seprona. Dos agentes de la Guardia Civil del servicio de protección de la naturaleza estuvieron recorriendo zonas como el Monte Deva, el Monte Riosecu y el Picu Fariu para comprobar hasta dónde cumplían las normas los caminantes.
Y ese cumplimiento en el caso de ese monte que limita cuatro concejos, el de Gijón, el de Villaviciosa, el de Siero y el de Sariego, podía resultar por momentos complicado. Para resolver la duda los agentes no dudaban en hacer localizaciones con GPS de los puntos en los que se encontraban a los deportistas, a los que previamente se les había pedido que acreditaran su lugar de residencia con el DNI.
Así les ocurrió a dos deportistas que hacían entrenamiento de montaña y que se encontraron, la mañana del sábado, con dos motoristas del Seprona. “Nos pidieron la documentación y nos pidieron que les dijéramos desde dónde habíamos salido a correr. Les informamos que habíamos salido desde una de las parroquias de Gijón y a continuación nos localizaron el punto en el que estábamos con un GPS. Nos advirtieron de que no podíamos llegar hasta las antenas del Fariu porque aquello ya no era territorio de Gijón, sino zona del concejo de Siero”, explicó uno de los deportistas a los que se dio el alto. Precisamente ese incumplimiento lo habían detectado con otros caminantes, dos personas que habían salido de la parroquia de Caldones para recorrer el monte y que habían llegado hasta los límites de Siero, algo que podría ser objeto de sanción.
