El economista Dani Rodrik (Estambul, Turquía; 1957), uno de los grandes críticos de la globalización económica, es el ganador del premio "Princesa de Asturias" de Ciencias Sociales 2020. Su esfuerzo por "conducir el análisis económico y la economía política hacia un territorio más cercano a la realidad" ha inclinado a su favor la balanza del jurado, reunido telemáticamente ayer bajo la presidencia de la historiadora Carmen Iglesias Cano. Rodrik, profesor en la Universidad de Harvard, agradeció la distinción a través de un comunicado. La acogió como "un gran e inesperado honor" y expresó su confianza en que algunas de las ideas que el premio reconoce en él "sean útiles en la reconstrucción de la economía mundial, que tanto necesitamos después de la pandemia".

Esas ideas a las que Rodrik se refiere están encaminadas a "mejorar el gobierno de la globalización" y contribuir, como hace constar el jurado en su fallo, "no solo a la ampliación del conocimiento de la economía internacional sino también a hacerla compatible con la paz, así como con la reducción de la pobreza y de la desigualdad".

Rodrik, descendiente de judíos sefardíes expulsados de España en el siglo XV, ejerce como profesor de Política Económica Internacional en la Escuela John F. Kennedy de la Universidad de Harvard y está considerado como uno de los cien economistas más influyentes del mundo. Su visión y sus teorías sobre el impacto de la globalización se sintetizan en el "trilema de Rodrik". El economista pone en relación globalización, soberanía nacional y democracia, uno en cada vértice de un triángulo, y ejemplifica como solo es posible mantener la estabilidad social apoyándose en dos de los vértices y renunciando al tercero. El error de los estados liberales ha sido intentar equilibrar esos tres factores. El inevitable desajuste entre ellos, según el economista, está en la raíz de fenómenos como el Brexit, el populismo o el ultranacionalismo.

Su libro "¿Ha ido la globalización demasiado lejos?", publicado en 1997, es uno de los tratados de economía más importantes de las últimas décadas. "La paradoja de la globalización: democracia y el futuro de la economía mundial", de 2010, es otro de sus textos decisivos. En "La paradoja de la globalización", el primero de los libros de Rodrik que se publicó traducido al español en 2011, describía su famoso "trilema".

Florentino Felgueroso, investigador asociado de Fedea (Fundación de Estudios de Economía Aplicada) y profesor de Economía la Universidad de Oviedo, afirma que Rodrik "ha investigado en política económica internacional y su tema principal son las consecuencias de la globalización, las tensiones que genera y cómo se debería regular. Es un economista social, defiende lo social y sostiene que la globalización es mala cuando solo beneficia a una parte, a las grandes empresas o a la banca, y describe las tensiones políticas y las desigualdades que eso provoca. En definitiva, habla de todo lo que estamos viviendo".

Francisco Javier Mato, profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Oviedo, explica que Rodrik "se adelantó a todo el mundo con su famoso 'trilema', que se explica hoy en nuestras facultades y que este curso no ha caído en el examen, pero que pronto volverá a caer". Añade que es "uno de los economistas que alertó antes -junto con el Nobel Stiglitz- de los riesgos que suponían las recetas económicas generales, como la liberalización comercial indiscriminada o la globalización 'no inclusiva" y "uno de los analistas que pusieron de manifiesto las grandes ventajas económicas de la inmigración internacional. Más adelante y con más tiempo quizá podamos aprovechar este premio para evitar que los grandes temas o problemas de nuestro tiempo, como la globalización, se discutan de manera superficial y acudiendo a imágenes ideológicamente interesadas".

Sergio González Begega, profesor de Sociología de la Universidad de Oviedo, considera a Rodrik como "uno de los especialistas en Economía Política que mejor han descrito las contradicciones internas del proceso de globalización económica y sus consecuencias para los límites de la capacidad regulatoria de los Estados-nación". "La Paradoja de la Globalización' se ha convertido en una pieza de referencia para el debate académico, no solamente en Economía sino también en otras disciplinas sociales, como la Ciencia Politica o la propia Sociología", indica. Cuenta que el economista ha revisado su célebre trilema "a luz de los procesos emergentes de 'renacionalización' económica posteriores a la crisis de 2008 y de la apertura de un conflicto comercial entre Estados Unidos y China tras la llegada a la presidencia norteamericana de Donald Trump", aunque "en lo básico sigue siendo perfectamente válido".

González Begega destaca la faceta de Rodrik como "divulgador comprometido y como lo que, en el ámbito anglosajón se denomina intelectual público". "Es junto a Stiglitz, Krugman, Roubini o Pikettyun a de las voces más destacadas de la crítica a las distorsiones provocadas por el proceso de globalización de cuño neoliberal", indica.

Manuel Hernández Muñiz, profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Oviedo, agrega que "muchos de nuestros estudiantes de la Facultad lo conocen, leen sus obras y trabajos, incluso mis vecinos pueden tener a mano alguno de sus mejores libros, en la biblioteca pública". A su juicio es "un académico de primera línea que ha continuado las formas de trabajo de Albert Hirschman, otro gigante de las ciencias sociales, al que siempre cabe volver".

En las anteriores ediciones, recibieron el premio de Ciencias Sociales el sociólogo Alejandro Portes -que fue quien presentó la candidatura de Dani Rodrik a la convocatoria de este año-, el filósofo Michael J. Sandel, la especialista en religiones comparadas Karen Armstrong, la historiadora Mary Beard y la economista Esther Duflo.

La ceremonia de entrega de los premios "Princesa de Asturias" está anunciada para el 16 de octubre. Cada uno de los galardones está dotado con una escultura de Joan Miró, un diploma, una insignia y 50.000 euros en metálico.