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El sol abrasa tras el confinamiento

Los dermatólogos alertan del mayor riesgo de quemaduras y melanomas por la falta de exposición solar en primavera debido a la cuarentena por el covid

El sol abrasa tras el confinamiento

El confinamiento por la crisis sanitaria del covid-19 ha supuesto un periodo de baja exposición solar más prolongado de lo habitual. Al invierno se le han sumado unos meses de primavera con exposiciones similares o incluso más bajas que las del periodo invernal, debido a la interrupción de las salidas al exterior. Eso ha hecho que este año los efectos positivos que produce el impacto progresivo del sol en la piel disminuyan y es posible que se hayan visto alteradas la respuesta biológica cutánea natural y la síntesis de vitamina D, según el Grupo de Fotobiología de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).

Esta mayor sensibilidad y las altas temperaturas pueden agravar las lesiones cutáneas por la radiación ultravioleta y, por tanto, el riesgo de quemaduras es alto. Evitarlas es crucial en la prevención del cáncer de piel, ya que el riesgo de padecerlo en la edad adulta se duplica si se sufrieron en la infancia o adolescencia.

Las medidas de fotoprotección habituales cobran este año especial importancia. "Ya estamos viendo casos de pacientes quemados. Otros años nos va dando el sol progresivamente a partir de principios de primavera, cuando el índice de radiación ultravioleta no es tan alto, y la piel va generando melanina de forma gradual. Sin embargo, este año la piel ha estado durante semanas sin una exposición directa al sol, por lo que apenas tiene melanina, y ahora salimos y nos encontramos ya con una radiación solar alta", asegura la doctora Cristina de Daniel, dermatóloga y miembro de la AEDV. La especialista explica que es importante evitar estas lesiones cutáneas para prevenir el cáncer de piel, tanto de tipo melanoma como los no melanoma, y también por el fotoenvejecimiento.

Para que el sol no pase factura a una piel que este año no ha podido adaptarse a la radiación solar, la especialista viguesa recomienda extremar las medidas de protección, y no solo en la playa. "El sol nos da igual cuando hacemos deporte, paseamos o estamos sentados en una terraza", advierte.

Procurar mantenerse a la sombra, ponerse una crema de protección solar adecuada al fototipo cutáneo de cada uno, evitar exponerse al sol en las horas centrales del día -de 12.00 a 17.00 horas-, protegerse con ropa y sombrero y utilizar gafas de sol son las recomendaciones básicas para disfrutar del sol de una forma saludable. Puede ayudar una dieta sana, rica en antioxidantes. "Hay protectores orales, que refuerzan la protección solar de las cremas", explica la especialista. "El sol es bueno para generar vitamina D, pero esta también la podemos digerir en la dieta. La vitamina D no es una excusa para que nos pongamos más tiempo al sol", afirma.

A pesar de que la relación entre exposición al sol y cáncer de piel está sobradamente constatada, aún hay muchas personas que pasan mucho tiempo al sol para lucir bronceado. "Nos gusta demasiado el sol. No tenemos nada más que ver cómo están las playas. Y la gente sigue usando el solárium a pesar de que en países como Australia o Brasil está prohibido, porque está demostrado que aumenta la incidencia de melanoma", sostiene.

Cayetana Maldonado, dermatóloga del Hospital Universitario de Asturias (HUCA), en Oviedo, advierte que este año "hay que extremar la fotoprotección, estar más atentos que nunca a mantener las medidas para evitar las quemaduras y exponerse muy poco a poco, todo ello con especial cuidado en niños y mayores, que son los que menos han salido en estos meses". "Como no nos hemos expuesto apenas al sol durante meses, la vitamina D debe estar por los suelos", apunta, y precisa que "en Asturias siempre tenemos los niveles de vitamina D bajos. Para una adecuada síntesis necesitamos entre cinco y diez minutos como máximo de exposición solar sin protección. Ese tiempo basta para metabolizar ya suficiente vitamina D, que es necesaria para el funcionamiento del organismo y cuya carencia está relacionada con varias enfermedades". Lo mejor es tomarla en la dieta, pero Maldonado indica que si fuera necesario también se pueden administrar suplementos.

El melanoma es el cáncer de piel con peor diagnóstico y el que más está aumentando. Según el "Informe sobre el Cáncer de Piel 2020: Deteniendo la Epidemia Global", elaborado por la organización Euromelanoma y la Coalición Global para la Defensa del Paciente con Melanoma, los casos anuales de melanoma han aumentado casi un 50 por ciento, con 287.723 diagnósticos al año en el mundo, lo que supone unas 60.000 muertes anuales. En España se diagnostican más de 5.000 casos y se generan en torno a 900 muertes anuales. "La autoexploración es algo sencillo y muy importante, sobre todo en gente que tenga muchos lunares. En estos casos recomendamos que se hagan fotos cada cuatro meses y que las vayan comparando. Es una cosa fácil de hacer y que permite detectar un cáncer de piel de forma precoz, algo especialmente importante en el caso del melanoma", explica Cristina de Daniel.

El covid ha traído otras preocupaciones dermatológicas, como las consecuencias de exponerse al sol con el gel hidroalcohólico. Cayetana Maldonado no ha visto por ahora ningún caso en consulta, pero no descarta que puedan acelerar las quemaduras solares.

Lo que sí está tratando con más frecuencia desde que se impusieron las medidas higiénicas para controlar la pandemia son dermatitis irritativas de contacto en las manos, por el continuo lavado de las mismas. "Los profesionales sanitarios tienen las manos destrozadas", comenta. También el uso de mascarillas impacta en la piel. Maldonado indica que empeora los cuadros de patologías como el acné y la rosácea. "Hay que buscar entre todas las mascarillas que hay en el mercado la que mejor tolera nuestra piel", aconseja.

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