La voz del cantante quirosano de tonada Eliseo Fidalgo se apagó a los 66 años. Habitual de los concursos y certámenes por todo el Principado, Fidalgo, fallecido ayer, destacaba por su seguridad y claridad de voz al afrontar temas complicados del folklore asturiano.

Eliseo cantó toda la vida tonadas, quizás aprendidas en su pueblo natal de Cuañana, de aquellos paisanos que querían emular a los grandes cantores de la zona o buscando el gran ejemplo de Diamantina Rodríguez, la más grande cantante quirosana de tonada y una de las mayores figuras en el ámbito regional.

Hace unos años quiso perfeccionar su estilo y acudió a clases con otra de las grandes voces actuales, Anabel Santiago. Allí coincidió con otros tres quirosanos: Virgilio Pato, veterano al igual que Fidalgo, y dos más jóvenes como Juanín Fernández y Luis Álvarez Pola. Este cuarteto quirosano hizo piña y de ahí surgieron muchas colaboraciones y eventos en distintos lugares. Eliseo regresó entonces a la escena quirosana con fuerza, era vecino de Salas y acudía a conciertos de Reyes y a cualquier otra cita musical que se le propusiera en su terruño natal.

Según el musicólogo Luis Álvarez Pola, compañero al canto y con la gaita y amigo, "Eliseo tenía una voz muy clara que iba muy bien con la gaita, potente y sostenida. Era muy seguro en la ejecución de las canciones. Además, era un gran paisano". Asiduo a los "cancios de chigre" en Gascona, nunca escatimaba esfuerzos ni voz en dichas intervenciones. Ganó varios premios en concursos.