"No es posible una nueva normalidad". Con esta frase lapidaria anunciaba ayer la consejera vasca de Salud, Nekane Murga, el repunte de contagios de covid-19 en el País Vasco. Entre las tres regiones de la autonomía, sumaron ayer 338 nuevos positivos, una cifra que no se registraba desde el mes de abril. En total, el País Vasco tiene más de 2.000 casos activos de infección por coronavirus, lo que ha llevado al Gobierno autonómico a anunciar que se encuentran en una segunda ola de la epidemia.

Según precisó Murga, son las grandes ciudades las que más están padeciendo este repunte del coronavirus. Urbes como Bilbao (126 nuevos casos ayer), Vitoria (38) y Barakaldo (28) registran la mayor incidencia de nuevos contagios, que luego se propagan a las localidades costeras o a otros territorios por la movilidad de los ciudadanos.

"El virus nos está ganando terreno y día a día, semana a semana, está infectando a más personas", afirmó Murga, que insistió en que el covid-19 "tiene la misma capacidad de propagación y de infectar que en marzo". Pese a todo, Nekane Murga sostiene que en esta segunda ola el virus "ha iniciado su propagación con menos fuerza", lo que ha propiciado que no se llenasen ni los hospitales ni las UCI. Los centros hospitalarios vascos registran a día de hoy una ocupación del 40%.

Las afirmaciones de Nekane Murga han sido respondidas por Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, quien considera que solo se puede hablar de segunda ola si se produce "una transmisión comunitaria descontrolada que no esté mayoritariamente asociada a brotes" del virus. Simón, no obstante, reconoce que hablar de segunda ola "tiene una parte muy semántica, es un concepto borroso y gris".

La Junta de Castilla y León confinará, desde hoy mismo y por un período de 14 días, el municipio Aranda de Duero. Con 32.500 habitantes censados, este enclave burgalés tiene en la actualidad 228 casos activos de contagio por covid-19, con una tasa de incidencia de 675,68 infectados por 100.000 habitantes. Más que la comunidad autónoma de Aragón, la más afectada por la pandemia de España en este momento, y que registra 532,7.

El objetivo de las autoridades castellano-leonesas es contener la expansión del coronavirus y evitar la temida transmisión comunitaria. En el caso de Aranda de Duero, este peligro se ve reforzado por el hecho de que la edad media de los contagiados es de 35 años, y la gran mayoría son asintomáticos. El confinamiento, que al cierre de esta edición no había sido ratificado por los tribunales, no afectará a los municipios colindantes, solo a Aranda de Duero.