Las comunidades autónomas notificaron ayer viernes un nuevo máximo de nuevos positivos, al sumar 12.183 casos de un golpe, de los que 4.704 se confirmaron en las últimas 24 horas. Un tercio de los nuevos contagios están en Madrid, comunidad que continúa a la cabeza de las nuevas infecciones, defunciones y también en cuanto a la presión asistencial, con un 18 % frente al 7,5 % de media de los hospitales españoles.

Según el Ministerio de Sanidad, la Comunidad de Madrid acumula un 30 % de los nuevos contagios entre el jueves y el viernes, con 1.427 nuevos positivos, seguida del País Vasco, con 563, Andalucía, con 403, y Aragón, con 371.

Nunca antes las comunidades habían notificado de golpe al Ministerio de Sanidad tantos positivos (12.183), ni siquiera en el pico de la pandemia ni después, cuando a mediados de mayo se cambió el sistema de vigilancia y seguimiento para empezar a contabilizar los casos diagnosticados el día previo, que también marcan un máximo de 4.708.

No obstante, la diferencia ahora radica en que la capacidad de diagnóstico es mucho mayor que en primavera: según el departamento que dirige Salvador Illa, en la semana del 1 el 7 de septiembre se han practicado 640.356 test PCR, a las que hay que añadir otras 95.957 procesadas el pasado martes.

En cuanto a las defunciones, en los últimos 7 días se han notificado 241, hasta un total de 29.747, de las que 72 han tenido lugar en Madrid, 41 en Andalucía, 21 en Castilla y León y Comunidad Valenciana, respectivamente, y 20 en Galicia.

Con los nuevos incrementos de contagios, la incidencia en 14 días, está en 238, después de que 112.364 personas hayan recibido un diagnóstico positivo, aunque varía mucho en función del territorio.

Los nuevos brotes mantienen ingresados a 8.658 enfermos de covid, de los que 1.181 están en UCIs, lo que significa una ocupación del 7,5 % de las camas hospitalarias y en las últimas 24 horas se produjeron 1.124 ingresos y 919 altas. Los ingresos han generado una presión asistencial desigual en las comunidades, ya que Madrid tiene un 18 %, País Vasco y Aragón, un 11 %, respectivamente; Castilla-La Mancha, un 10 %, y la Rioja un 9 %.

Ante esta situación, Salvador Illa, negado que exista un colapso en la realización de pruebas PCR. El ministro reconoció ayer que la Atención Primaria está haciendo un "esfuerzo importante" en la realización de las PCR y que se ha producido un "incremento muy importante" que llega casi hasta las 100.000 algunos días, frente a las 40.000 de hace un mes.

En cuanto a la situación epidemiológica en la Comunidad de Madrid, Illa insiste en que las medidas adoptadas por el gobierno autonómico son suficientes y correctas y sobre un posible confinamiento parcial de determinadas áreas, ha dicho que "si es necesario ir más allá en alguna zona concreta, habrá que hacerlo".

En este sentido, las autoridades madrileñas señalaron ayer que solo considerarían estos confinamientos ante un escenario de transmisión comunitaria descontrolada, que no se da en estos momentos, en los que "los datos nos hablan de una estabilización en cuanto a la detección de casos nuevos".

Sin embargo, en Navarra se han acordado nuevas medidas para tratar de frenar el avance de la covid, más restrictivas en cuanto a aforos, por lo que limitan a seis personas no convivientes las reuniones, y se van a elevar las sanciones por mal uso de mascarilla y participar en botellones a 300 y 600 euros, respectivamente.

La Generalitat valenciana ha prorrogado durante siete días más las medidas excepcionales adoptadas para Benigànim (Valencia) como consecuencia de la situación de crisis sanitaria y tras analizar los informes epidemiológicos sobre la incidencia del virus, que han mejorado aunque aún no lo suficiente.

Para controlar la extensión de los contagios, el Gobierno de Melilla estudiará solicitar la declaración del estado de alarma en la ciudad no con fines de confinamiento, sino "como paraguas legal" para poder adoptar medidas ante el incremento de casos. Las autoridades de la ciudad autónoma creen que la situación es "verdaderamente compleja".