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Los Reyes entregarán los premios en Oviedo, confía la Fundación

La antigua Fábrica de Armas de La Vega, centro neurálgico de la Semana de los Premios, abre sus puertas con música, cine, literatura y un público animoso y expectante

Un momento del espectáculo "Isla Locura. Cervantes y Shakespeare", anoche, en la antigua Fábrica de Armas de La Vega. Miki López

El estruendo de una tormenta eléctrica resonaba ayer, al caer la noche, en el Taller de la antigua Fábrica de Armas de La Vega. Afuera no llovía, de hecho la noche era agradable, como si imperase esa primavera hurtada por el covid-19. Los sonidos formaban parte del preámbulo al espectáculo "Isla locura. Cervantes y Shakespeare", el homenaje a los dos genios de las letras ideado por Aarón Zapico uniendo música barroca y pasajes recitados de "El Quijote" y "La tempestad". Una celebración de esa cultura que ha esquivado la tormenta, como también la Semana de los Premios. No había más que ver la doble cola que, con la pertinente distancia de seguridad, cubría toda la calle de acceso a las instalaciones. "La gente estaba ávida de estas actividades", celebraba Luis Fernández-Vega, presidente de la Fundación Princesa de Asturias, esperanzado ante el arranque de unos actos que concluirán con la ceremonia de entrega de los premios, a la que, anticipó Fernández-Vega, la Fundación confía en que la Familia Real pueda acudir.

La FPAbrica de los Premios enciende su maquinaria

La FPAbrica de los Premios enciende su maquinaria

Con esta, recordaba Teresa Sanjurjo en la inauguración de "La FPAbrica de los Premios", son ya tres las ediciones de la Semana de los Premios en las que La Vega se convierte en el escenario principal de las actividades. Una experiencia que se nota en cuanto el visitante pone el pie en las instalaciones de la antigua Fábrica de Armas. Algunos espacios -como el almacén, el Taller o la antigua Escuela de Aprendices- resultan ya conocidos, lo que facilita orientarse en las instalaciones. Pero, dentro de cada nave, aguarda una experiencia nueva, inédita, edición tras edición.

En el Almacén, la primera parada tras acceder a las instalaciones -más allá del letrero luminoso, carne de Instagram, que señala al visitante que ha penetrado en "La FPAbrica"-, la instalación saca músculo con una pequeña gran muestra con tres coches que marcan la trayectoria de Carlos Sainz, el premio de los Deportes. Por su ubicación, recuerda a aquel pequeño montaje con el taxi de Travis Bickle aparcado dos años atrás, cuando La Vega era "La Fábrica Scorsese". El impacto emocional es similar, no tanto por el primer vehículo -un Seat Panda que replica a aquel con el que Sainz veló sus primeras armas como piloto, con Juanjo Lacalle como escudero- como por el segundo, ese Toyota Celica que forma parte de la memoria sentimental de los españoles, y con el que se proclamó bicampeón del mundo de rallies. Al fondo, sublime y poderoso como un Batmóvil estampado en colores, asoma el Mini JWC Buggy, corcel de su triunfo más reciente: el tercer Dakar.

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Durante el recorrido por el Almacén, acompaña al visitante la música, inconfundible, de Ennio Morricone. Al son de obras maestras que remiten a clásicos como "Por un puñado de dólares" o "Cinema Paradiso", se desliza por una gran pantalla el montaje audiovisual inspirado en el añorado genio italiano. Es la instalación "Morricone's Suite", homenaje al compositor y que ayer anticipaba, además, el despliegue que en la nave de al lado, el Taller, preparó Aarón Zapico para honrar a los libros, a la música, al arte escénico y, en definitiva, a esa cultura que se resiste a claudicar ante la tormenta, y a ese público ávido que se citó en la fábrica de armas.

"Isla locura: Cervantes y Shakespeare", espectáculo creado y dirigido por Zapico, era el gran aliciente de esta jornada inaugural. Un homenaje a los dos grandes genios que servía a su vez de reivindicación de esas mayúsculas citas literarias que comparten el premio de la Concordia: la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, en México, y el Hay Festival, de Gales.

Los pasajes de "El Quijote" y "La Tempestad", declamados por el tenor Pablo García López, se incardinaban con la música barroca interpretada por "Forma Antiqva", que para la ocasión presentó una formación con Pablo Zapico (guitarra barroca), Jorge Jiménez (violín), Lixsania Fernández (viola da gamba), Pedro Estevan_(percusiones) y, a la clave y la dirección, Aarón Zapico.

Miembro del jurado de las Artes y colaborador habitual de la Semana de los Premios, Aarón Zapico incidió en la importancia de esta iniciativa. "Me parece fantástica", afirmó, "no solo por lo interesante de los premiados, sino porque es una cultura que deja un poso en la población, y no solo en Oviedo: en toda Asturias". A juicio de Zapico, ese es el camino correcto para reivindicar la cultura: "Actividades de alta calidad y que dejen un residuo, un poso. Que demuestren que la cultura no solo es segura, también necesaria".

La calidad, ese poso, lo aportan "Forma Antiqva", el artista Federico Granell (autor de una sugerente exposición de escultura complementada con el recitado de poemas de Anne Carson) y el resto de colaboradores de la Semana de los Premios. La seguridad es cosa de la Fundación, que ha diseñado un completo protocolo para minimizar riesgos dentro de La Vega.

Fernández-Vega: "Pensamos que la Familia Real va a venir a la entrega de los premios"

Fernández-Vega: "Pensamos que la Familia Real va a venir a la entrega de los premios"

"Todos los miembros de la Fundación llevamos muchos meses preparando estas actividades, sin desfallecer un momento, y pensando siempre que se van a poder hacer", señalaba Luis Fernández-Vega. Ante el "tour de force" que les espera esta semana, el presidente de la Fundación confía en que todo vaya según lo planeado, también la ceremonia de entrega de los premios, para la que espera contar con miembros de la Familia Real: "Si las cosas están como a día de hoy (por ayer) pensamos que van a venir y estamos seguros de que vendrán. Ahora bien, hacer predicciones en esta época es muy difícil, pero lo que pensamos es que van a estar aquí los días correspondientes", afirmó. De momento, los Reyes mantienen su agenda oficial llena de actividades, aunque de confirmarse la declaración del estado de alarma en Madrid por parte del Gobierno, que lo podría decretar esta misma mañana, podría alterar todos los planes.

En cualquier caso, en La Vega queda por delante una semana plena de actividades para todos los gustos. La música tendrá un protagonismo especial, y también el cine, como no podría ser de otra manera en el año en que se premia a Ennio Morricone y a John Williams. Actividades como "Isla locura" o como ese espectacular autocine que se inauguró anoche con la proyección de "Los Intocables de Eliot Ness", de Brian de Palma, y con una memorable banda sonora de Morricone, son una certera introducción. Hay calidad, pero apenas quedan entradas.

"Su seguridad es lo más importante para nosotros", afirmó Teresa Sanjurjo, en su presentación de "Isla locura". En el protocolo de la Fundación, la reducción de aforo se sigue a rajatabla; por ello, Sanjurjo lanzó una petición: aquellos que hayan logrado una entrada y que no puedan acudir, que lo comuniquen para poner de nuevo la localidad a disposición de los interesados, y que no queden sitios libres. Porque todo este despliegue de talento merece completar los aforos.

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