La "Marcha Imperial" de "Star Wars" resonó anoche majestuosa en la nave de Sánchez del Río de la antigua Fábrica de Armas de La Vega. Era el punto final de un concierto memorable, el dedicado a los dos galardonados con el premio "Princesa de Asturias" de la Artes, los compositores Ennio Morricone y John Williams, que cautivó a las 430 personas que pudieron acceder al complejo fabril.

Hagamos un "flash-back". La noche prometía ya desde la entrada, cuando el Ejército Imperial, con Darth Vader a la cabeza, recibió al público del concierto a las puertas de La Vega. Era verle y recordar aquella mítica revelación de "El Imperio contraataca", el celebérrimo "Yo soy tu padre" con el que desgarró el alma de Luke Skywalker. Pero serían otro padre y otro hijo los que emocionarían al respetable.

En el concierto más atípico desde que los Premios son Premios (sin Reyes, sin coro, sin Himno de España), la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA) mantuvo su habitual solvencia pese a la dificultad de tocar con dos directores distintos. En la primera parte, Andrea Morricone, el hijo del gran Ennio, tomó las riendas de una orquesta que se dejó hacer. Pasional, enérgico, brioso pero sin aspavientos innecesarios, Morricone se ganó al público desde el inicio, cuando saludó al respetable emocionado, con la mano en el pecho. Bajo su dirección, la orquesta, muy compacta, encadenó con naturalidad y frescura temas de filmes como "Érase una vez en América", "La misión", "Cinema Paradiso" o los westerns "El bueno, el feo y el malo" y "Hasta que llegó su hora".

En la segunda parte, ya con Óliver Díaz a la batuta, cobró sentido la gran orquesta dispuesta anoche en La Vega, con mucha percusión y metal. Las rotundas composiciones de Williams para películas como "Tiburón", "Star Wars" o "Indiana Jones" precisaban de un despliegue así. Pero además la orquesta mostró la versatilidad precisa para afrontar temas más delicados, como los de "La lista de Schindler" o "El violinista en el tejado". El cierre llegaría con esa propia galáctica, la "Marcha Imperial", que concluyó con una gran ovación.