El ministro de Sanidad, Salvador Illa, reiteró ayer que está dispuesto a modificar el decreto del estado de alarma para que las comunidades que lo deseen puedan imponer un toque de queda a las 20.00 horas. Illa cree que las medidas contenidas en el decreto son “suficientes” para doblegar la tercera ola, pero ante la presión creciente de varias comunidades, que apoyan restringir la movilidad a partir de las 20.00 horas, como ha hecho unilateralmente Castilla y León, se ha mostrado abierto a “escuchar” las reclamaciones territoriales y a “mejorar las herramientas”.

Eso sí, advirtió que se seguirán los “criterios” que marquen los técnicos sobre si el adelantamiento del toque de queda es “correcto o no”, buscando una “fórmula lo más consensuada posible”. “Yo creo que [los límites del decreto] son suficientes pero no hay cerrazón del Gobierno a escuchar otros planteamientos que pueda haber”, sostuvo en una entrevista en televisión, en la que se mostró convencido de que, sin necesidad de confinamiento domiciliario –como también piden varias regiones y expertos–, se “doblegará” la tercera ola y en cuestión de “días” o quizá de “alguna semana” se va a producir “una estabilización y un descenso de casos”.

El debate en torno al toque de queda tendrá lugar mañana en la reunión semanal del Consejo Interterritorial, donde se prevé que un número considerable de autonomías soliciten aplicar una reducción de la movilidad nocturna antes de las 22.00 horas, que es el límite que marca el decreto del estado de alarma. Hasta el momento se han mostrado favorables al adelanto Galicia, País Vasco, Cataluña, Canarias, Cantabria, Baleares, Murcia y Andalucía.

A ellas se sumó ayer el barón socialista y presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page: “Me parece posible la idea y me gustaría que fuese un acuerdo de carácter general y para toda España. El de las ocho de la tarde sería aceptable para nosotros en un momento determinado”, dijo.

La presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, reiteró por su parte que su gobierno “respeta cada decisión contra el virus que adopte cualquier comunidad”.