Izquierda Unida volvió a sacar este martes el fantasma de los “falsos donativos” en la escuela concertada asturiana. La portavoz de la coalición en la Junta General del Principado, Ángel Vallina, tiró de un estudio nacional para afirmar que “el 90% de los colegios de esta red en España cobran a las familias cuotas que van desde los 50 a los 200 euros”. En Asturias, según señaló, “discretamente las familias nos dicen que esta práctica –que es ilegal, si se tratan de donativos no voluntarios– continúa”. “Buena parte de los centros concertados de la región siguen cobrando cuotas y su carácter voluntario es una engañifa”, se quejó. Escuelas Católicas, la patronal que representa a 56 colegios sustentados con fondos públicos, ve en las palabras de Vallina “una clara intención de perjudicar a la educación concertada” y le animan a que “si tiene constancia de alguna práctica ilegal que la ponga en conocimiento de la Consejería de Educación”.

Precisamente, la titular de esta cartera, Lydia Espina, señaló en la Junta que “no les consta” que se estén produciendo irregularidades en la red concertada de Asturias. “Sí que existe el cobro de cuotas voluntarias, pero eso está amparado por la ley. Si no son voluntarias, entonces sí constituye una ilegalidad que hay que demostrar”, manifestó la Consejera. Y, de momento, al Principado no le ha llegado ninguna denuncia. “Desde 2011 hasta hoy han habido siete registros de preguntas pero ninguna ha finalizado en denuncia. Si tuviésemos conocimiento, tomaríamos cartas en el asunto. Esto podría ser una falta grave y se podría llegar a rescindir el contrato al centro”, aclaró. Sin embargo, “para poder intervenir –añadió– tienen que haber pruebas y denuncia”. Y no las hay.

No es la primera vez ni será la última que explota este debate. La última, en diciembre de 2018, tuvo repercusión nacional, a raíz de que Hacienda rechazase que los padres desgraven las donaciones que hacen a los colegios. La diputada Ángela Vallina volvió a abrir este martes la caja de los truenos afirmando por un lado que “la escuela concertada no parece muy necesaria”, pues nació en un momento en el que “no había suficiente oferta pública y ahora sí”, y por otro lado, advirtiendo que estos centros deben “cumplir la ley” y no imponer cuotas a las familias.

“Este tipo de afirmaciones por parte de responsables de IU no es nada nuevo”, reaccionó el presidente de la patronal de Escuelas Católicas en Asturias, Simón Cortina. “Ellos saben –continuó– que la ley permite la realización de donativos siempre y cuando sean voluntarios y no estén vinculados a la prestación de servicios educativos. A partir de ahí, y si tienen constancia de que se está produciendo alguna práctica ilegal, que la pongan en conocimiento de la Consejería de Educación para que actúe como corresponda”. Cortina remató: “Lo que no es de recibo es realizar este tipo de manifestaciones en sede parlamentaria con carácter público y de forma general con la clara intención de perjudicar a la educación concertada sembrando dudas sobre su manera de proceder”.

En el Pleno de la Junta también salieron este martes otros temas educativos, como la gestión de la pandemia. Ciudadanos denunció que se cargase cada vez de más responsabilidad a los equipos directivos de los centros, quienes desde el inicio del segundo trimestre se encargan también de confinar aulas. “Los profesores no son sanitarios ni policías. Hay aulas que con dos alumnos contagiados ya llegan al criterio del 20% y se cierran. Las familias lo desconocían y descargan su enojo con las direcciones. Falló la política de comunicación”, denunció el diputado Luis Fanjul. Sobre ello, la consejera Lydia Espina advirtió que Educación no diseña los protocolo sanitarios ni “nada tiene que ver aquí nuestra opinión”. De todos modos, aclaró, la Consejería de Salud es la que comunica los casos positivos por email a los centros y “una vez que llegan al umbral –del 20% de infectados en una clase o de cinco contagios– sí son los directores quienes notifican a las familias el cierre de las aulas”. Pese a todo, Espina reconoció que “los profesores y directores han tenido que asumir muchísimo” en esta sexta ola de la pandemia.