Los ensayos para comprobar cómo reaccionaría la iglesia de Santullano a un hipotético enlucido se ejecutarán este mismo año, si es posible en verano. Esa es la previsión de la Consejería de Cultura, Política Llingüística y Turismo y el Arzobispado de Oviedo, que no obstante no dan plazos definitivos de la intervención al depender de un proceso administrativo y una licitación que puede dilatarse por diversas circunstancias. Estos ensayos centraron buena parte de la reunión que ayer mantuvieron en la sede de la consejería el Director General de Cultura y Patrimonio, Pablo León Gasalla, y la responsable de Bienes Culturales de la Diócesis, Otilia Requejo. Un encuentro que marca además el inicio de unas reuniones regulares de carácter técnico que mantendrán ambas entidades para monitorizar los proyectos que tienen en común.
Según fuentes de la consejería, en el encuentro se debatió sobre el proyecto de los ensayos de enlucido, que está actualmente en redacción pero que básicamente pasará por cargar algunos tramos de los muros exteriores para comprobar cómo afecta la operación al interior, y hasta qué punto puede esa medida ser efectiva para frenar las humedades que ponen en peligro las valiosas pinturas murales del templo. Los frescos, de hecho, están pendientes de una restauración, que el Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE) supedita precisamente a que se protejan los muros exteriores del templo.
Una vez que el proyecto esté listo, deberá ser aprobado por el Pleno del Consejo de Patrimonio Cultural de Asturias, y acto seguido salir a licitación. El deseo de la consejería y del Arzobispado es que todo el procedimiento se pueda completar para empezar los ensayos en verano, la estación más propicia para ejecutar el enlucido.
Además de este proyecto, Pablo León Gasalla y Otilia Requejo hablaron de otras actuaciones previstas en varios edificios, entre ellas retejar San Salvador de Valdediós e intervenciones en las cubiertas de Santa María de Bendones y de Santa María de Soto de Luiña.
