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La luna rosa del Sábado Santo, el fenómeno que se come a la luna de Pascua

Expertos en astronomía recalcan la importancia que tiene para los cristianos la primera luna llena tras el equinoccio de primavera, que nada tiene que ver con un color

Luna pintada de rosa.

Esta Semana Santa, en concreto la noche del sábado, se podrá ver la cuarta luna llena de 2022, que ahora empieza a conocerse como luna rosa. En esta ocasión, el satélite se percibirá más grande y luminoso, aunque con el mismo color blanquecino de siempre.

Se dice que fueron los nativos americanos quienes pusieron este nombre a la cuarta luna llena del año. El motivo no es precisamente su color, que no lo tiene distinto, sino que esta fase lunar coincide con el florecimiento del Flox Musgoso, una especie de planta que sí es rosa. Y de ahí la extrapolación del nombre.

Pero para los asturianos la luna rosa debería ser conocida por su nombre tradicional: luna de Pascua. “Es la luna más importante para los cristianos. Es la luna llena de Pascua, la primera luna llena después del equinoccio de primavera y, por tanto, la que sirve para fijar el Domingo de Pascua y la Semana Santa”, explica Santiago Gándara, vicepresidente de la Sociedad Astronómica Omega y director del Observatorio Astronómico Municipal de Deva, en Gijón. Ahonda Santiago en sus explicaciones: “Nosotros dividimos el año en meses y a cada mes le hemos puesto un nombre. Otras culturas dividían el año en lunas llenas y a cada una de ellas le pusieron un nombre. Parece ser que alguien ha recopilado los nombres que alguna cultura antigua daba a las lunas llenas y lo está poniendo de moda. Desafortunadamente tiene más éxito el nombre luna rosa que el muy nuestro luna de Pascua”.

El Sábado Santo la luna llena saldrá a las 20.46 horas en la Península y ocho minutos más tarde se podrá ver completa. El satélite se esconderá a las 7.35 horas del domingo 17 de abril.

Los aficionados a la astronomía saben que no hay que esperar nada muy reseñable de la noche del sábado. “Esta luna llena, al igual que todas las demás lunas llenas, no tiene ninguna característica especial por la que haya que recomendar su observación. No tendrá ningún color rosa ni nada parecido. Será idéntica a todas las demás lunas llenas del resto del año”, confirma Gándara.

Explica este experto que “los aficionados a la astronomía dirigimos nuestro pequeño telescopio o prismáticos a la Luna en sus fases de creciente o en menguante, pero no a la luna llena. Cuando la Luna está en creciente o en menguante se tiene sobre su superficie la línea llamada terminador, que separa el día de la noche en la Luna. En esta línea se aprecian muy bien los detalles de los cráteres y montañas lunares. Pero durante la luna llena no hay terminador y por ello raramente la observamos”, añade.

Si pese a todo quiere observarla, lo más recomendable siempre es en una zona alejada de la ciudad, sin contaminación lumínica.

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