Entre estuches nuevos, mochilas cargadas de materiales a estrenar, libros con materias que «a ver qué tal se dan» y saludos efusivos a los compañeros tras casi tres meses de asueto, los niños de Siero iniciaron ayer el curso escolar con «muchas ganas» con la vuelta a la normalidad tras la pandemia y con una matrícula envidiable, con los centros de las principales localidades llenos de estudiantes y buenas previsiones de cara a los años próximos, fruto del tirón residencial del municipio entre las familias con pequeños en edad escolar.
El alcalde, Ángel García, visitó en la mañana de ayer el colegio Hermanos Arregui de Pola de Siero, donde conoció de primera mano las inquietudes y deseos de los alumnos de sexto curso para los meses de estudio que ahora comienzan. Se mostraron entre deseosos de volver a la rutina y «un poco perezosos después del verano, pero tenemos ganas», como reconocía Nora Puente, acompañada por su compañera Mercedes Ivanem de los Santos.
Tuvieron la oportunidad de hacer preguntas al regidor, y dejaron claro que afrontan la nueva etapa con muchas demandas: desde un patio cubierto y nuevos baños hasta pistas de patinaje o campos de césped para jugar. Y con esa motivación, enumeraron al alcalde sus sueños de futuro: del Arregui saldrán físicos, mecánicos, operadores de centrales térmicas y hasta entrenadores deportivos.
Este curso estrenan la renovación del sistema eléctrico, una obra que se está rematando en colegios como El Cotayu, de Carbayín Alto, o La Fresneda, en la línea de «prestar los mejores servicios a los niños, que son el futuro», como señalaron el primer edil y la directora, Eva Iglesias. Los críos, entretanto, disfrutaron del recreo como «lo mejor de todo el día», reconocían entre risas.
