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La OSPA, coraje para tiempos modernos

Nuno Coelho inicia temporada al frente de la sinfónica del Principado con una declaración de contemporaneidad, sonido robusto y garra

La OSPA, ayer, en el Auditorio, con Pablo Ferrández en el centro y Nuno Coelho a la izquierda, entre los músicos. | Miki López

La Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA) estrenó temporada ayer en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo, la primera con Nuno Coelho como director titular, y lo hizo con una declaración de principios: repertorio muy escorado a los compositores contemporáneos y un sonido robusto muy aplaudido.

El programa de ayer en Oviedo con el que la OSPA arrancaba curso, precedido por la actuación de Gijón del jueves, trajo músicas pensadas, escritas y estrenadas este último siglo (el XX) con la excepción de las "Variaciones sobre un tema rococó para violonchelo y orquesta" (op. 33) de Chaikovski, que el solista Pablo Ferrández trasladó, no obstante, al aquí y ahora con una ejecución brillante en la técnica y en la expresión lírica, muy compenetrada con la orquesta y ovacionada por el público, al que regaló, de propina, la Sarabanda de la Suite n.3 de Bach.

El programa se había abierto con "Aqua Cinerea" (op. 1), una obra del valenciano Francisco Coll García que, como señaló Coelho al inicio de la segunda parte, acompañará a la OSPA durante tres temporadas y traerá también al Auditorio una colección de sus cuadros para presentar su variante de "pintor talentoso". Es una composición que trata de agotar el programa de las percusiones y metales, explorando algunos límites de la orquesta en cuestión de volumen, ruidismo, atonalidad, planchas percutidas, todo tipo de incomodidades sinfónicas, violentas y hermosas, que la orquesta supo ejecutar con coraje.

Si las variaciones de Chaikovski parecieron, después de Coll, una lejano antepasado, en el arranque de la segunda parte el valenciano contó con su pariente más cercano en las "Danzas" de la ópera de "Powder Her Face" de Thomas Adès, que fue maestro del compositor valenciano. Sonoridades de fox-trot, vagamente "jazzys" que ilustran un escándalo sexual entre aristócratas británicos y que sonaron divertidas, ágiles, bien conducidas. Cerró la suite de "El caballero de la rosa" de Richard Strauss, estrenada en 1911 y donde ya están presentes algunas claves del lenguaje musical contemporáneo propio de compositores como Coll o Adès. Coelho llevó a la OSPA por Strauss con maestría, eficaz en las dinámicas y con un final corajudo, robusto, que dejó al público (algo más de media entrada en el patio) entregado a los aplausos.

Cabe mencionar la presencia, ayer, en el concierto de arranque de temporada en Oviedo, del cónsul de Portugal en León Telmo Pousada Reboredo y del director general de Cultura del Principado, Pablo León.

El arranque de la OSPA, que dejó muy buenas sensaciones y una promesa de compromiso con los autores contemporáneos, suscitó sonrisas y ovaciones en el público, pero también un sobresalto. En medio de las variaciones de Chaikovski una espectadora se desplomó y el concierto quedó detenido. Al final solo hubo que lamentar una lipotimia, de la que la afectada se recuperó con una Coca-Cola. Eso y las otras variaciones a los temas clásicos del "amor y la ternura", como indicó el director en su introducción a la segunda parte del programa, completaron el estreno del curso de la OSPA.

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