Mucho más de un siglo. Eso es lo que separa al filósofo y escritor José Ortega y Gasset y al youtuber y tuitero Eloy González. La centuria es solo una medida de tiempo. La distancia cultural entre el madrileño y el langreano es aún más abismal. Eso sí, los dos han contado la misma experiencia: el "hechizo" que provoca al viajero cruzar la barrera que separa Asturias del resto de España.

El youtuber del Negrón, como ya se le conoce, ha conseguido un memorable éxito al relatar en las redes sociales el fenómeno que se produce al atravesar el Negrón en dirección al Principado. Uno entra al túnel en verano y -más de cuatro kilómetros después- sale en invierno. Hasta la prensa de Madrid, tan reacia a lo periférico, se ha hecho eco y explicado con precisión meteorológica el llamado "efecto Foehn". El Negrón es ya una noticia global, viral, un "trending topic", traducido al nuevo dialecto digital.

El joven Eloy González ha triunfado al elegir un asunto viejo para convertirlo en tendencia. Ortega y Gasset ya experimentó esa "maravilla" en su primer viaje a Asturias, mediada la segunda década del siglo XX. Entonces, claro está, no había túnel ni autovía del Huerna. Ortega tuvo que cruzar lo que se llamaba el "paso de Pajares", que, la verdad, no era muy diferente del que se encuentra el viajero, por ferrocarril o carretera, a día de hoy.

El autor de "La rebelión de las masas" -obra curiosamente de gran actualidad, precisamente por culpa de las redes- lo describió con la tecnología de la época meses después en la Revista España: "Lo primero que mirando hacia Asturias vemos los castellanos es que no vemos". Al youtuber le sucede lo mismo, y ha de quitarse de inmediato las gafas de sol para evitar que la oscuridad le ciegue.

El vídeo va camino de las 300.000 reproducciones y cuenta con más de 200 comentarios, a una distancia abismal de sus esforzados y apasionados vídeos sobre el Sporting. Nunca se sabe dónde se esconde el éxito. Quizá llegue a igualar a su admirado Rubius, ídolo de los youtubers -sus vídeos alcanzan los 30 millones de reproducciones-, la figura que emulan nuestros hijos.

Ortega puso a Asturias en el mapa hace un siglo. No creo que su ensayo "De Madrid a Asturias o los dos paisajes" haya llegado a las 300.000 lecturas. Pero los asturianos, y muchos ajenos al Principado, tenemos aún esa imagen que transmitió el filósofo. Quién no recuerda aquellas palabras sobre nuestra pluralidad: "¿qué significa la palabra 'Asturias'? (?) yo en este momento lo ignoro completamente; en el rincón castellano donde escribo no hay libros que me saquen de esa ignorancia". Si alguien quiere, puede hacer la prueba de si Google o la Wikipedia hubieran sacado al filósofo de la duda. En mi caso, prefiero no hacerlo para mantener firme la idea de que no todo está en la red.

Lo que sí encontró Ortega, sin buscar más que en su propia cabeza, fue una reflexión que bien podría ser el mejor eslogan turístico del Principado: "Hay muchas Asturias, no sólo las de Oviedo y las de Santillana. Hay muchísimas más." Y también halló una definición -la tengo subrayada desde el bachillerato- para los asturianos fuera de Asturias: "una raza de hombres capaces de intervenir en la vida contemporánea sin perder la solidaridad de espíritu con el campo nativo." Sé que suena a formación del espíritu nacionalista, a cursilada, pero refleja bien lo que se siente al atravesar el túnel del Negrón en dirección a León. No deja de ser esa "línea de sombra" a la que aludía Joseph Conrad al referirse a la frontera que todos cruzamos al perder la inocencia, al pasar de la juventud a la madurez.

Debemos dar las gracias al youtuber Eloy González. No sé si dentro de cien años se hablará de su vídeo, pero ha puesto de nuevo a Asturias en el foco de interés del resto de los españoles. Hasta puede que haya convertido el Negrón en una atracción turística, que es de lo que ahora vivimos. Eso sí, no nos quejemos -tenemos tendencia al lamento- de que hay demasiada gente en el túnel del tiempo.