El Sporting ha cerrado esta semana dos de los capítulos más negros de su historia reciente. Han sido dos operaciones a las que Javier Fernández y Ramón de Santiago han dedicado horas de negociación en los últimos meses. Para el máximo accionista del club ha sido una prioridad liquidar el contrato con Doyen desde que tuvo conocimiento de él. Según declaró él mismo, las negociaciones con el fondo de inversión para transformar la deuda en un préstamo comenzaron hace un año y medio. El mismo día en que este acuerdo casi usurero salió a la luz pública gracias a una filtración de Football Leaks, Javier Fernández ya desveló que las negociaciones con Doyen estaban bien encauzadas y que podrían quedar resueltas la próxima semana. Fue Ramón de Santiago quien deslizó que podría haber novedades esta misma. La reunión decisiva se celebró antes de ayer en un hotel de Madrid y el acuerdo quedó cerrado.

Mucho más rápida fue la negociación con los liquidadores del Grupo Bruesa, con los que el Sporting consiguió además una quita de 300.000 euros. El Sporting negoció en 2010 la recompra de la opción de readquisición de Mareo por 1,8 millones y tenía 900.000 pendientes de pago (el club abonó 600.000). Esta negociación comenzó hace aproximadamente medio año y el acuerdo quedó cerrado hace más de un mes. El Sporting pospuso a la semana pasada la firma por si podía contar con la taquilla del Barcelona, que finalmente no fue día de club.