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Manuel Sánchez Murias | Director de fútbol base del Sporting

"El futuro del Sporting está en su mirada hacia el canterano"

"La generación de Nacho Méndez puede ser importante en el primer equipo pero requiere tiempo y confianza para consolidarse"

Manuel Sánchez Murias posa para LA NUEVA ESPAÑA ante el campo número 1 de Mareo. ÁNGEL GONZÁLEZ

El mercado futbolístico se abre mañana y Manuel Sánchez Murias (Gijón, 27-1-1976) tendrá libertad para negociar con cualquier club. La vinculación del director del fútbol base del Sporting expira el 30 de junio, aunque su trabajo avala de manera incuestionable su continuidad. Al contrario de lo que sucede en el primer equipo, Mareo atraviesa un momento dulce. El filial marcha segundo en Segunda B; el juvenil, líder en División de Honor y en las categorías inferiores se encuentran hasta quince internacionales. "Detrás hay un proyecto común y mucho esfuerzo y sacrificio de técnicos y jugadores", subraya el que fuera futbolista y entrenador del Sporting.

- El filial segundo en Segunda B, el juvenil líder en División de Honor...

-Es un motivo de satisfacción. El rendimiento del filial viene ya desde la pasada temporada, con una gran evolución. El División de Honor está haciendo una campaña espectacular, con muchos jugadores de segundo año. Los resultados son importantes, pero más todavía el crecimiento que están experimentando los jugadores. Además, ambos equipos sirven de espejo a muchos jugadores que vienen detrás. Son equipos competitivos, con jugadores con espíritu y hambre por crecer.

- ¿Qué porcentaje de responsabilidad tiene en estos éxitos?

-No me atrevería a juzgar mi trabajo. Lo que me interesa es poder seguir con un trabajo y un futuro prometedor. Creo en el futuro del Sporting y una parte muy importante del futuro del club es Mareo y en su mirada hacia el futbolista canterano. El Sporting es un club con un potencial de crecimiento tremendo y una parte de este crecimiento es el jugador canterano.

- ¿Qué sintió cuando Herrera valoró que en el filial sólo jugaban cuatro o cinco asturianos y que el concepto de canterano debe algo más amplio que jugar en el Sporting B o en juveniles?

-Hablamos de esas declaraciones, pero no de que hizo debutar a tres chicos de una generación prometedora como la del 98. A veces, nos quedamos con el detalle y no analizamos trayectorias. En el filial, el sesenta por ciento de los chicos son asturianos. Hay otros chicos que también se han incorporado para una última etapa de formación y con vistas al primer equipo, que eso siempre ha sido Mareo también. En cuanto al juvenil, todos los chicos son asturianos, salvo uno de la Escuela de Fútbol de Logroño, que es una parte de nuestro trabajo y a la que estamos atentos. Todo eso, en la casa, se reconoce.

- ¿Perjudica a la imagen de Mareo que se diera este año en el Sporting un once sin asturianos por primera vez en la historia?

-Eso es un hecho puntual. Nadie puede dudar de que el Sporting es un club de cantera.

- Citaba de la generación de jugadores del 98. ¿Estamos ante un grupo de promesas que pueden marcar un antes y un después?

-No sólo ellos, hay una base de futbolistas que están quemando rápido las últimas etapas previas al primer equipo. Eso es un elemento de ilusión importante. Nacho Méndez, por ejemplo, está metiendo la cabeza y es un ejemplo de jugador con talento, aguerrido y comprometido que ha superado dificultades para llegar al primer equipo. Está, además, orgulloso de estar donde está. Nos hace tener ilusión en que esa generación pueda formar una base importante para el primer equipo. Hay que dar tiempo, confianza y tener cierta paciencia para que todo se consolide.

- ¿Estamos ante nuevos "Abelardos o Luis Enriques"?

-¿Por qué no? En esto quiero tener una mirada optimista, pero sabiendo que se consigue en el día a día y a través del esfuerzo.

- ¿Se atrevería a pedir calma y apoyo para esos canteranos que emergen?

-Eso es difícil de pedir por la exigencia que existe y a la que nos tenemos que acostumbrar en el fútbol. El espíritu aguerrido y las ganas de crecer ante las dificultades son elementos que deben tener los jugadores que están en Mareo y lo están demostrando. Si hay un elemento de identificación con nuestra gente tiene que ser ése. Que el talento vaya unido a la capacidad de sacrificio.

- ¿Qué le parece Baraja?

-Nos tuvimos que enfrentar como futbolistas en algún momento, pero hasta su llegada le conocía personalmente. Es un entrenador joven, preparado, que da la sensación de querer un equipo muy ordenado, con rigor... Tiene ganas de crecer, hacerse un camino y deseo de que el Sporting también siga creciendo.

- ¿Qué idea tiene Baraja respecto a la cantera?

-Primero, hay que remitirse a los hechos y ver el número de chicos del filial que han participado en los entrenamientos y han tenido protagonismo en las alineaciones. Lo que hemos podido compartir es una mirada atenta a lo que se hace en las categorías inferiores y en no pensar en la edad cuando hay un jugador con potencial para tirar de él.

- ¿Le hubiera gustado que José Alberto o un entrenador de la cantera hubiera relevado a Herrera?

-A mí lo que me gusta es que los entrenadores de la casa demuestren que están preparados. Si hablamos del crecimiento de los jugadores también debemos hacerlo de los entrenadores. A mí lo que me parece importante es que haya un crecimiento y una preparación. Poner en valor eso. Detrás del gran momento del filial hay la mano de un entrenador y un cuerpo técnico que están haciendo bien su trabajo. Como responsable de cantera, eso es lo que hay que poner sobre la mesa.

- ¿Qué valoración realiza de la marcha del primer equipo?

-El paso de Primera a Segunda suele ser duro. Es una categoría larga, igualada y competitiva. El equipo va a estar preparado para pelear hasta el final por el objetivo que todos queremos y, al final, lo va a conseguir.

- ¿En qué ha cambiado su trabajo desde la llegada de Miguel Torrecilla a la dirección deportiva?

-Lo primero ha sido mostrar la disposición del trabajo de la base a lo que es un proyecto de club e involucrarme en lo que él pueda necesitar. Miguel es una persona cercana a la cantera y también con ganas de alimentarla. Él es una persona con trayectoria, que ha tenido experiencias importantes en clubes de mucha exigencia y con un trabajo importante a nivel de cantera. De esa mirada nos estamos beneficiando y estamos enriqueciendo el proceso.

- En junio termina su vinculación ¿Tiene encima de la mesa la renovación?

-Algo hemos hablado, pero son cosas internas. Me considero parte de un proyecto a largo plazo y lo que me importa es el día a día. Quiero centrarme en continuar algo que siento muy importante para el club, más allá de una vinculación. Quiero seguir ilusionado y respaldado por el club en lo que hago, y eso lo tengo.

- ¿Usted quiere seguir?

-Me apasiona el fútbol, me apasiona lo que hago y me apasiona esta parte que tiene que ver con un trabajo de un recorrido en el que nos jugamos la formación de un futbolista. Estoy comprometido y con ganas de hacer crecer el trabajo de Mareo y al Sporting.

- Entiendo que está tranquilo respecto a su continuidad.

-Sí, digamos que estoy tranquilo.

- Cuando asumió el cargo dijo que quería cumplir los cinco años de contrato y después valorar si volvía a entrenar ¿Le ha gustado más de lo que esperaba esta faceta?

-Sí. También ha supuesto un aprendizaje grande. Significa estar pendiente a muchos actores y procesos que intervienen en la formación.

- ¿De quién o qué modelos se ha fijado en ese proceso de aprendizaje?

-Me propuse estar muy atento al trabajo de cantera en el ámbito nacional. Conozco gran parte de lo que se hace a nivel de formación en España. Los equipos vascos son un espejo en el que mirarse. Me he enriquecido de eso y de estar atento a lo que es Mareo por tradición e historia. Tenemos una escuela que es referencia y una de las pioneras. Es importante también hacer de Mareo un lugar abierto para que venga gente a ver cómo trabajamos y que nosotros también salgamos a ver a otros y a mostrar lo que hacemos. Aquí ha venido gente de Polonia, Nigeria, Canadá, Estados Unidos o Venezuela.

- ¿Quince internacionales en categorías inferiores es un buen termómetro para medir el nivel del trabajo?

-Es un indicador que nos hace estar orgullosos, pero no para quedarse ahí. Nuestro objetivo no es que nuestros chicos lleguen a la selección. Significa un premio para todos, nos hace ver que el trabajo va en una buena dirección y es un reconocimiento a que el fruto de Mareo se valora fuera. Lo que tenemos es que seguir trabajando.

- ¿Cuántos jugadores y técnicos están detrás de ese trabajo?

-De juveniles para abajo tenemos alrededor de 180 chicos. En cuanto al resto, hay cerca de treinta técnicos y entre 25 y 30 delegados. Es un buen número de técnicos al servicio de personas involucradas en el proceso, más la gente que está al frente de las diferentes áreas: captación, desarrollo, coordinación, porteros... Detrás de cada niño hay muchas miradas preocupándose por su evolución.

- ¿Es la cifra idónea de técnicos y jugadores?

-Creo más en la calidad que en la cantidad. Creo en las estructuras eficaces. En Mareo las personas implicadas siguen una línea, hay un método común.

- ¿Qué diferencia Mareo de otras escuelas?

-Una tradición, una historia especial y un espíritu y un orgullo por el sitio donde estamos y por llegar a formar parte del primer equipo.

- Repite mucho la sensación de orgullo, el arraigo al club.

-Si algo tenemos que defender es el orgullo de nuestros jugadores por estar en el camino hacia el primer equipo. Hay elementos en torno a ello. Hay un proyecto de atención al futbolista canterano. Se ve, por ejemplo, en que muchos de los jugadores que empiezan a apuntar ya están vinculados de una forma formal al club (programa de becas).

- ¿En qué proporción aúna Mareo el talento de Asturias?

-El Sporting significa una mirada clara al jugador canterano y al jugador asturiano. Se constata por el grado de presencia del jugador asturiano en el Sporting y a la hora de elegir como su primera opción el Sporting. Además hay un esfuerzo importante por alinear el trabajo del fútbol base de Gijón con el de Mareo. Éste es un aspecto que casi no me atrevo ni a distinguir, porque creo que todos trabajamos en que el futbolista de Gijón llegue al primer equipo del Sporting. Ahí cobra importancia el acuerdo firmado con la asociación de fútbol base de Gijón. Agradezco el esfuerzo de los clubes de la ciudad y también el de nuestro presidente para hacerlo realidad. Javier siempre tiene una mirada atenta a la cantera.

- ¿Qué importancia tienen los padres en la formación de un futbolista?

-Juegan un papel clave y cada vez más importante. Ellos nos tienen que ayudar a que podamos ayudar a sus hijos. No puede haber dos mensajes: el del entrenador y el del padre. Esos mensajes tienen que ir alineados. Hay que reconocer el esfuerzo de los padres y aquí tratamos de trabajar con ellos y estar cerca de sus inquietudes, porque al final esas problemáticas también llegan al chico. Es muy importante no perder la confianza.

- ¿La parte más difícil de su labor es informar a un niño o a un padre de que no seguirá en el Sporting?

-Es complicado porque juegas con algo muy difícil: la sensibilidad. Hay que hacerlo con sentido de la responsabilidad. Lo que se agradece en esos casos es ser claro.

- ¿Cuál ha sido el mejor momento en esto cuatro años y medio en el cargo?

-El ascenso del Sporting B a Segunda B o los dos últimos años del juvenil jugando la Copa del Rey han sido grandes momentos, pero lo más importante es ver la cara de satisfacción de un chico en un momento que tenga que ver con un hecho deportivo relevante: un debut, un partido importante, convocatoria de la selección? Eso es lo que más me llena.

- ¿El peor?

-El descenso del filial a Tercera y los momentos en los que le pasa algo a un jugador en forma de lesión.

- ¿Nota a nivel de calle que la gente quiere más Mareo?

-Lo noto y siempre ha existido. El Sporting es un fenómeno social muy importante. Trasciende a lo futbolístico. Ese fervor alimenta al club.

- ¿Qué le pediría al 2018?

-Salud, porque a partir de ahí hay unas bases para ver a un Sporting fuerte.

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