El Sporting necesitaba sumar tres puntos como fuera y donde fuera tras el patinazo de hace una semana ante el Deportivo en El Molinón. Era una tarde-noche propicia para seguir soñando con engancharse al play-off de ascenso: había perdido el Alcorcón, sexto clasificado, y el Extremadura presentaba los peores números como local tras la expulsión de la categoría del Reus. Con estos ingredientes, el triunfo era obligado. Tras una pésima primera parte, quizás lo peores minutos con José Alberto en el banquillo, el Sporting supo rehacerse, aprovechar dos manos milagrosas -ya no se saben cuántas van- del santo de Mariño, subirse a la buena ola de Aitor García, que abrió el marcador con la ayuda del Aitor del Extremadura, y exprimir al máximo el momento dulce de Djurdjevic. El serbio ya es el máximo goleador del Sporting. De esta forma, y tras diez partidos en el banquillo del primer equipo, el Sporting de JA obtuvo la segunda victoria de la temporada a domicilio (la primera fue en Granada, 1-2) y el triunfo más abultado del año. Los números de José Alberto muestran que su Sporting suma lo mismo en El Molinón que a domicilio: nueve puntos en cinco partidos en Gijón (tres victorias y dos derrotas), y los mismos guarismos fuera (dos victorias, tres empates y ninguna derrota). El 0-3, visto lo visto, fue demasiado abultado. El triunfo sirve para que los rojiblancos no pierdan demasiado pie con el play-off, ahora a cinco puntos. Pero los de JA necesitan de una vez una racha de las de "champions" para demostrar que son candidatos a algo más que a la décima plaza.
