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La decana mantiene la fe

"Hay que confiar siempre, aunque el juego no convenza", señala Luis Pereda, presidente de la peña Inter, que cumple 56 años

Los componentes de la peña Inter, ayer, en la celebración de su aniversario. MARCOS LEÓN

Luis Pereda, en la década de los noventa, llegó a pertenecer a tres peñas al mismo tiempo: Inter, Torrevieja y Los Cinco. Ahí se empapó de sportinguismo, viajó a muchas ciudades para ver partidos, vibró junto a otros aficionados rojiblancos para seguir al equipo desde la distancia, y a sus 84 años, a día de hoy, sigue manteniendo esa misma chispa e ilusión, pese a que las cosas no van tan bien, y el club atraviesa un bache.

"Hay que confiar siempre, aunque el juego no convenza y no existan muchos argumentos, no se puede arrojar la toalla", explica Luis Pereda, presidente de la peña sportinguista Inter, la más antigua del Sporting, que ayer acogió la fiesta para celebrar su 56.º aniversario. "El problema del Sporting es que en Gijón somos muy grandones. O somos los mejores o no hay por donde cogerlo. Somos muy extremistas, nos ilusionamos pronto en verano con este equipo y ahora lo vemos todo negrísimo", relata este popular aficionado, que cada temporada acompaña a cerca de ocho desplazamientos al equipo.

Su último viaje fue a Soria. "Salimos a las siete de la mañana, volvimos tras el partido y llegamos para tomar de noche una botella de sidra en Gijón y digerir el mal partido", cuenta Pereda, que comparte su pasión por el Sporting junto a su mujer, hijos y nietos.

La peña Inter se fundó en 1964, una época en la que Eraña, Uribe, Montes o Pocholo defendían la camiseta del Sporting. "Había más peñas en aquel momento. Nos juntamos un grupo de amigos en un bar y decidimos ponerla en marcha", recuerda el actual presidente de la peña. "Fui fundador, y siempre colaboré, pero sin cargos. Me tocó ahora de mayor ser presidente porque el futuro es complicado. Somos apenas doce socios y falta relevo de gente joven. Pero mientras yo esté la peña se mantendrá viva", explica.

Luis Pereda, en la década de los noventa, animó también a otro grupo de asturianos a fundar otro rincón para seguir los partidos desde la distancia. Y ahí surgió la peña Torrevieja. "Paso siempre cuatro meses al año allí. Y somos muchos sportinguistas en Alicante. Fue algo también que me calenté junto a otro grupo de gente, y lo sacamos adelante", señala.

Es habitual ver en los desplazamientos del Sporting a Luis Pereda vibrar con su equipo. No le frena la edad. Mientras la salud se lo permita, su intención es seguir apoyando a su equipo. Aunque vengan momentos malos como el actual.

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