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El VAR anuló al Almería un penalti inexistente

Ávalos Barrera consulta con el VAR. A la derecha, Aitor entre dos jugadores del Almería. LOF

El planteamiento inicial de David Gallego introdujo una variación respecto a las últimas jornadas. Como se preveía, Cumic actuó de inicio por el sancionado Gaspar Campos. Pero la vuelta de tuerca en esta ocasión fue el cambio de cromos en ataque, con Manu García en la izquierda y Aitor García en el ataque para buscar la rapidez en el contragolpe. El plan salió bien a medias, porque Manu García pasó inadvertido en el juego, mientras que Aitor no corrigió las imprecisiones de los últimos choques, pero sí que tuvo la presencia en el ataque que buscaba David Gallego, aunque sin éxito y fallando incluso en la segunda mitad un gol cantado cuando encaraba al meta rival tras una gran asistencia de Djuka.

La tónica del partido llevó al Almería a dominar, pero sin crear excesivo peligro, con posesión y acercamientos al área, pero sin ocasiones realmente claras. Eso sí, los andaluces pusieron en algún aprieto más a Mariño que los gijoneses a Makaridze.

En la segunda mitad, el partido adquirió mayor interés. Al menos en cuanto a ocasiones. Solo iban cuatro minutos cuando Aitor falló en su larga carrera hacia la meta rival tras un pase de Djuka, tras una combinación con Cumic. El onubense, lento a la hora de definir, vio como un rival se le echaba encima cuando lo tenía todo de cara para marcar. El Almería, que había avisado instantes con un remate de Fran Villalba que se fue alto, avisó entonces con un fuerte disparo de Aketxe de falta, que atrapó Mariño. El empeño andaluz por ponerse por delante en el marcador continuó con una falta lateral que Juan Villar, solo ante Mariño, no fue capaz de rematar.

David Gallego se convirtió entonces en protagonista. Primero al hacer debutar a Saúl García en lugar de Pablo García, que ya tenía una tarjeta. Y después lanzando un mensaje al terreno de juego de buscar la victoria. Metió a otro punta, a Álvaro Vázquez, como apoyo de Djuka. Y faltando un cuarto de hora para el final, Saúl García, en una buena internada, centró al segundo palo donde Djuka apareció para rematar con la derecha y adelantar al Sporting.

A la tranquilidad del gol le sucedió la incertidumbre cuando el colegiado señaló un penalti de Javi Fuego sobre Samu Costa. El VAR, por fin, apareció para ayudar al Sporting y rectificar una decisión injusta, ya que Samu Costa se dejó caer sin que nadie le derribase en esa falta lateral al área. Ese parón, en el que el árbitro fue a revisar la jugada a la pantalla, sirvió además para frenar el ansia de empatar del Almería. El Sporting atajó, como todo el partido, los centros laterales, en una notable actuación de los centrales en especial en el juego áreeo. Y con el pitido final, y otros tres puntos, y ya van doce de doce en Liga, los gijoneses, que ayer estrenaron su segunda equipación de color violeta, vuelven a tener por delante otra semana de tranquilidad y alegría, y con el aliciente de tener un gran refuerzo de moral para intentar ganar su primer derbi desde el reencuentro en Oviedo.

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