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El “método Gallego”: mejorar al grupo desde la entrevista y el vídeo personal

“Cada mes preguntamos al futbolista en qué faceta puede crecer e iniciamos un plan para ayudarle”, explica el entrenador del Sporting

David Gallego, en el centro durante un entrenamiento en Mareo. Juan Plaza

“A las ocho de la mañana todo el cuerpo técnico suele estar en Mareo. A partir de ahí, las horas que le echamos son una locura”. David Gallego descubre alguno de los puntos en los que se apoya el trabajo diario del Sporting. En esta segunda parte de la entrevista concedida a LA NUEVA ESPAÑA, el entrenador rojiblanco desgrana tareas en su búsqueda de mejorar como equipo cuidando detalles individuales. “Cada mes concertamos una entrevista con cada futbolista y le preguntamos en qué faceta cree que puede crecer. En función de ello, iniciamos un seguimiento y un plan para ayudarle”, desvela. Todo esto complementa labores de análisis del rival, del grupo y su aplicación práctica en los entrenamientos que también explica el técnico del Sporting.

El “método Gallego”: mejorar al grupo desde la entrevista y el vídeo personal

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Examen mensual. “En cada puesto hay una serie de cualidades que el futbolista debe dominar. En la entrevista se las exponemos y le pedimos que se puntúe, que se ponga nota en cada una de ellas”, explica Gallego sobre cómo se inicia el proceso. “De ahí pasamos a decirle: ‘¿este mes en qué quieres que incidamos para que tú mejores?’ Pues, por ejemplo: ¿defender centros laterales? Pues un componente del cuerpo técnico le hace un seguimiento en los sucesivos partidos sacando cortes de vídeo en los que interviene en centros laterales. Los vemos con él y corregimos o reforzamos conceptos”, detalla el entrenador.

Análisis del rival. “Esta semana nosotros estamos pensando en el partido del Eibar, pero José Gordillo (asistente técnico) ya está preparando cosas para dejar hecho el análisis del rival de la siguiente semana, en este caso el Málaga”, adelanta Gallego. “El análisis del rival es colectivo e individual. Se detalla, a grandes rasgos, defensa, ataque y balón parado. Individualmente tenemos cortes de todos los jugadores de la plantilla del otro equipo. Todos. No sólo es su juego, también sus actitudes. Por ejemplo, medimos qué tipos de esfuerzos hacen y la capacidad de repetirlos a través de aspectos como la velocidad. Si un extremo es rápido y te pica al espacio... ojo. Pues eso trasladas al futbolista”, explica.

Análisis propio. “Al inicio de la semana compartimos un análisis de lo que hemos hecho nosotros en el último partido. Hablamos de qué pasó a nivel táctico durante el encuentro, y de qué sucedió en cuanto a nuestro modelo. Ahí también hay cortes individuales”, señala David Gallego. La cita con los futbolistas para este apartado varía en función del día en el que se haya disputado el último partido. Tras ganar el pasado viernes al Leganés, el equipo se entrenó al día siguiente, pero “preferimos dejar al martes la charla, tras los dos días de descanso. Buscas que el futbolista pueda estar más receptivo”, comenta.

Trabajo en el campo. “En la sesión de entrenamiento tienes que meter cosas del partido, pero ahora lo hago sobre todo para trabajar nuestro modelo”, comenta Gallego. Ahí se explaya, porque explica cómo está viviendo desde dentro la evolución del juego del equipo. “El año pasado trabajábamos con mucha información de partido. Pero a medida que el jugador va entendiendo mejor la interpretación del juego, vas menos a ese plan. A ver si me explico, cuando tu interpretación del juego es menor, tienes que cerrar más las cosas, concretar cómo reaccionar a si sucede esto o lo otro. Y hacer repeticiones en los entrenamientos. Eso esta temporada lo estamos haciendo menos”.

La satisfacción de lo previsto. “Como cuerpo técnico, a nosotros nos llena y a ellos les da autoconfianza que suceda en un partido cosas habladas antes en el vestuario. El equipo tiene que tener claras las ventajas, pero si ves que pasan cosas y tu equipo las entiende, te vienes arriba. Me gusta casi más que ganar”, subraya.

La dosis de intuición. “Me gusta lo emocional. Estar cerca del que no juega o se lesiona, y también del titular. Si lo hace bien, también hay que decirlo. Gestionar un grupo son muchas cosas”, comenta antes de hablar de la intuición. “Hay otras cosas para mantener el grupo unido como las comidas o la gestión de los descansos. Para eso no hay fechas fijadas, ahí te guías un poco por la intuición. Hay momentos que te lo pide y otros que no toca”, concluye.

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