Si nos atenemos solo a los números, el próximo visitante de El Molinón, el Valladolid, es el segundo máximo favorito para ocupar las plazas directas de ascenso a Primera División. Su límite salarial, reforzado por la ayuda al descenso, es de 29 millones de euros, solo superado por el del Eibar (30). Muy por encima, por ejemplo, del Sporting (9.751.000), como ocurre con la valoración de las plantillas. Por ejemplo, entre los dos últimos “onces” iniciales de los rivales de mañana hay casi doce millones de euros de diferencia a favor de los pucelanos. Pero como tantas veces ocurre en el fútbol, el dinero no se traduce automáticamente en resultados. Después de once jornadas, el Sporting tiene cinco puntos más que el Valladolid.
Según la web transfermarkt, portal especializado en el valor de mercado de los futbolistas, los once jugadores elegidos inicialmente por David Gallego en Cartagena valdrían actualmente 14,7 millones de euros. Mientras, el equipo inicial de José Pacheta frente al Ibiza se iría a los 26,5 millones. La muestra está condicionada por las rotaciones que ambos entrenadores introdujeron en sus alineaciones habituales, por la jornada entre semana. Pero incluso echando un vistazo al banquillo, el desequilibrio en favor del Valladolid es aún más pronunciado.
Por ejemplo, de los suplentes rojiblancos en Cartagonova solo tres alcanzaban o superaban el millón de euros: Fran Villalba (dos millones y medio), Pedro Díaz (un millón y medio) y Berrocal (un millón). Y de los que se quedaron fuera de la convocatoria, únicamente Guille Rosas, reciente internacional sub-21, se cotiza por un millón. En cambio, once de los jugadores vallisoletanos que no arrancaron frente al Ibiza sumarían más de veinte millones de euros: 4 millones de Lucas Olaza; 2.800.000 de Joaquín; 2.500.000 de Diego Queirós, Roque Mesa y Toni Villa; un millón y medio de Cristo González; 1.200.000 de El Yamiq; y un millón de Jordi Masip, Kike Pérez y Pablo Hervías.
Pese al evidente desequilibrio, la plantilla del Sporting se ha revalorizado de forma notable respecto a la pasada temporada. El mayor salto lo ha dado el delantero Djuka, fichado en 2018 por 2,5 millones de euros al Olympiakos y al que, tras sus 22 goles en la liga anterior, transfermarkt adjudica un valor de mercado de 6 millones. De hecho, el Sporting rechazó una oferta del Rayo en el pasado verano, que osciló entre los cuatro y los cinco millones, según distintas fuentes.
Pero el gran estirón que ha dado el Sporting en apenas un año está relacionado con los jugadores de la cantera. El caso más evidente es el de José Gragera, valorado en 200.000 euros cuando pasó del filial al primer equipo, al comienzo de la pasada temporada, y que ahora es el segundo más cotizado de la plantilla, con tres millones de euros. Le siguen en el ranking Gaspar Campos y Pedro Díaz, que cotizan en el mercado por un millón y medio de euros. En el caso de Gaspar ha influido su reciente debut internacional con la selección sub-21.
Algo parecido ocurre con Guille Rosas, valorado en un millón de euros, una cotización alta para un lateral de 21 años que juega en Segunda División. El defensa gijonés también se ha visto beneficiado por las convocatorias para la selección española sub-21, pero su evolución se ha visto frenada, tanto la pasada temporada como ésta, por las recurrentes lesiones musculares. De hecho, en la campaña 2020-21 solo jugó 22 partidos pese a hacerse con la titularidad en la jornada 7, y en la actual lleva seis sobre once jornadas.
Y aunque el apartado económico no siempre es determinante para la marcha de los equipos, sí se refleja en las posibilidades para confeccionar las plantillas. En ese sentido resulta significativo que en el Valladolid jueguen dos delanteros que pretendía el Sporting en diferentes momentos. En 2016, con el equipo en Primera División, la secretaría técnica rojiblanca intentó incorporar a Sergio León, al que el Elche acabaría traspasando a Osasuna por 1.700.000 euros. Ahora, tras pasar por el Betis y el Levante, León ha llegado libre al Valladolid, con una ficha que se adapta a su límite salarial.
Algo parecido ha ocurrido este verano con Cristo González, otro delantero pretendido por Javi Rico. El canario, repescado por el Udinese italiano tras destacar la pasada temporada en la primera vuelta con el Mirandés, afronta una nueva cesión, ahora en un equipo con claras aspiraciones de ascenso. Solo ha jugado seis partidos y no estará en Gijón debido a una lesión.
