Con solo dos sectores con entradas disponibles (tribuna norte y oeste), El Molinón va camino del lleno para recibir al Pitu y empujar hacia la permanencia. El Sporting se jugará esta tarde (16 horas), ante el Girona, dejar más que encarrilada la salvación. Una victoria rojiblanca alejaría el descenso a cinco puntos a falta de seis por disputarse. El partido también está marcado por la vuelta a casa de Abelardo, que tras estrenarse en Huesca dirigirá su primer partido en el municipal gijonés en esta su segunda etapa en el club. Han pasado 1.946 días, cinco años y cuatro meses, desde que lo hiciera por última vez.
Sobran los motivos. La afición ha vuelto a responder y los rivales han dado una nueva oportunidad de acabar con la angustia. Al menos, con buena parte de ella. La derrota del Sanse ante el Almería ha allanado el camino al Sporting para poder asestar un golpe casi definitivo en la inesperada pelea por la salvación. La misma a la que se agarra el Amorebieta, que venció en casa ante el Huesca (1-0) y le permite igualar, a 40 puntos, a los donostiarras. Los números rojiblancos son otros. Abelardo quiere sumar cuanto antes su primer triunfo, lo que elevaría la cuenta general a 45 puntos. Oro molido, a estas alturas, viendo la dinámica del equipo.
Protesta previa. Si el ritmo de venta de entradas indica el notable respaldo que tendrá el equipo en El Molinón, antes también habrá un acto de protesta. A lo largo de las últimas semanas se ha convocado, a través de redes sociales, una concentración, a las 15.15 horas, ante las taquillas de El Molinón. Con el lema de “Sporting somos nosotros”, el llamamiento se realiza con el objetivo de mostrar el rechazo a la gestión de Javier Fernández, presidente y máximo accionista del club. Los convocantes solicitan, además, su salida de la entidad.
