“No voy a dar pistas a los rivales”. En la última junta de accionistas, Javier Fernández, presidente del Sporting, evitó dar la cifra que el club necesitaría ingresar este verano en forma de traspasos si el equipo continuaba en Segunda. Los cálculos, en todo caso, vuelven a girar en torno a la necesidad de dar solución a los 7 millones de euros de pérdidas que, desde la entidad, se estiman en las últimas dos campañas. A la hora de configurar el nuevo proyecto deportivo, hay dos vías principales para paliar este déficit: traspasos y la ayuda del CVC. En el primero de los casos, Fran Villalba y Manu García son los principales candidatos a protagonizar las ventas. No los únicos. En el de la ayuda a la inscripción para futbolistas, el club conserva en torno a 3 millones de euros para ello.
Fran Villalba va camino de disputar sus últimos minutos como jugador del Sporting este domingo, ante la Unión Deportiva Las Palmas. Su situación se ha convertido en un enredo casi permanente durante los últimos meses. Desde que el club decidiera ejecutar la opción de compra para adquirir sus derechos al Birmingham, todo ha sido un tira y afloja. Desde el interés del conjunto rojiblanco en aminorar la cantidad pactada con el cuadro inglés, pasando de los 500.000 estipulados a los 400.000 euros , al deseo del jugador de, en el caso de que no se respetase el primer acuerdo, renegociar su salario. Un tema que ha distanciado a jugador y club y que le sitúa como uno de los principales candidatos a cambiar de equipo este verano.
Otro de los nombres que están llamados a formar parte del capítulo de ventas es el de Manu García. El canterano debe volver a la disciplina rojiblanca después de su temporada como cedido en el Alavés, que finalmente no pudo evitar el descenso de categoría. Ni los planes de Manu parecen estar encaminados a jugar en Segunda de nuevo con el Sporting ni el club le sitúa como un jugador clave para el nuevo proyecto, como sí sucedió en anteriores ocasiones. El caso de Manu tiene un matiz importante, el de la cláusula de su contrato que continúa vigente y le permite salir cedido “gratis” a un equipo de superior categoría, como en su día desveló LA NUEVA ESPAÑA. Es “gratis” porque, como hizo el Alavés el pasado verano, asumiría su llegada sin pagar ningún tipo de compensación al Sporting. Solamente tiene que hacerse cargo de su ficha. La opción expira en julio.
Manu García renunció a ejecutar esta cláusula durante su segunda campaña en el Sporting, cuando ya tuvo oportunidad de hacerlo, para intentar conseguir un ascenso como rojiblanco que se resistió. El contexto actual parece aún más complejo para conseguir, a corto plazo, el salto de categoría en Gijón. El asturiano tiene cartel tanto en España como en el extranjero, siendo el Anderlecht belga uno de los que más pujó durante el pasado verano.
A la espera de lo que depare el mercado, el volumen de los pretendidos traspasos de Fran Villalba y Manu García condicionará el resto de entradas y salidas en el nuevo proyecto rojiblanco. En ese sentido, el club tiene interés en mantener a jugadores clave para Abelardo como es el caso de Pedro Díaz. También se quiere hacer un esfuerzo por Djuka, que entra en el último año de contrato y ya estuvo cerca de salir hace un año. En el caso de este último, la primera oferta de renovación realizada ya se encontró con la negativa de los agentes.
Si bien Javier Fernández no quiso hablar del montante necesario en forma de traspasos, sí cifró la cantidad que el club percibirá del CVC: 28 millones de euros. De ahí, un 15% se destina a deuda y otro 15%, a la inscripción de jugadores, es decir, a fichajes. De los 4 millones iniciales que había para ello, el club ya agotó alrededor de 1 millón en el pasado mercado invernal.
