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Nacho Méndez, el primero en ganarse a Abelardo

El luanquín, descartado en verano, apostó por seguir en Gijón tras recibir una propuesta del Albacete

Nacho Méndez, al término del partido en el Heliodoro. | Á. C.

Inició el verano sabiendo a las claras que tendría pocas posibilidades de jugar con Abelardo y ha terminado septiembre convertido en el jugador que puso como ejemplo su entrenador tras la visita al Heliodoro Rodríguez López. La remontada de Nacho Méndez en el Sporting tuvo en Tenerife una culminación cruel. Estrenó titularidad y el luanquín se lesionó mediada la primera parte, cuando se estaba mostrando como uno de los futbolistas más activos. Se fue y al conjunto rojiblanco le costó ya tener el balón. A la espera de nuevas pruebas para descartar que haya algo más que el esguince de rodilla detectado en las primeras exploraciones, el rojiblanco solo piensa en volver a ganarse un sitio, como ocurrió durante todo el mercado.

El nombre de Nacho Méndez estuvo este verano en la agenda de varios clubes de Segunda División. Especialmente, entre alguno de los recién ascendidos. El que dio un paso más durante los últimos días de mercado fue el Albacete. El conjunto manchego se encontró con la negativa del jugador a abandonar Gijón. En su mente, intentar convencer a Abelardo de que acabaría teniendo un sitio en el centro del campo. Un propósito que se marcó cuando firmó su renovación hasta 2025 hace dos años, tras otro verano movido.

El tiempo acabó dándole la razón a Nacho Méndez en la visita al Tenerife. Con toda la nómina de centrocampistas disponibles, a excepción de Christian Rivera, el Pitu decidió que el de Luanco sería quien acompañase a Pedro Díaz en el doble pivote, con Zarfino unos metros más adelantado. Un triángulo inédito hasta el momento que dio los mejores minutos del Sporting en el Heliodoro Rodríguez López.

Nacho Méndez salió del campo entre lágrimas, arropado por sus compañeros, nada más lesionarse. La imagen es de quien es sabedor de que el esfuerzo de muchos meses se quedará ahora frenado por el tiempo necesario para recuperar su rodilla. Tampoco pudo evitar emocionarse minutos después de la conclusión del encuentro, cuando atendió a los medios de comunicación para verbalizar el recorrido que le llevó a la titularidad cuando el camino más sencillo era el de coger la puerta. Ha sido el primero en ganarse la confianza de Abelardo de los descartes que continúan en la plantilla. El otro fue Víctor Campuzano.

A partir de mañana se hará una nueva valoración del estado de su rodilla para determinar si su choque con Aitor Sanz ha podido producirle algo más que un esguince. El jugador ha sido tranquilizado por los servicios médicos del club en cuanto a que puede haberse quedado todo en un susto. Todo dependerá de las nuevas pruebas a las que será sometido. Siguió ayer el entrenamiento de sus compañeros en muletas. Nacho estuvo junto a ellos durante la sesión programada en la ciudad deportivo Javier Pérez de Tenerife.

El equipo regresó a Asturias a última hora del día, haciendo escala en Barcelona, al igual que sucedió en el desplazamiento de ida. Los jugadores rojiblancos disfrutan hoy de jornada de descanso. El próximo rival del conjunto gijonés es el Villarreal B, que visitará este viernes El Molinón, a partir de las 21.00 horas.

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