Oviedo, L. Á. VEGA

La mayoría de los matrimonios viaja con los niños a Galicia para disfrutar del buen marisco, de las playas y del resto de maravillas de la comunidad vecina. Hay otros sin embargo que se llevan a los niños de viaje con fines menos confesables. Es el caso de una pareja gijonesa que será juzgada este miércoles en la sección segunda de la Audiencia Provincial, en Oviedo. La Policía está convencida de que ambos utilizaban a sus dos hijos de corta edad como pantalla para no levantar sospechas en su actividad de tráfico de drogas.

El ministerio público solicita penas que suman ocho años de cárcel para la pareja, integrada por M. A. H. R. y B. F. I., que tenían 33 y 30 años cuando fueron detenidos por agentes del Cuerpo Nacional de Policía en noviembre de 2006.

La Policía seguía de cerca a la pareja desde hacía unos meses, concretamente desde el verano de 2006, cuando tuvo conocimiento de que una pareja estaba introduciendo nada desdeñables cantidades de droga en Asturias.

Tras realizar un seguimiento a la pareja, los agentes comprobaron que los sospechosos realizaban frecuentes viajes a Galicia con la presumible intención de adquirir droga. Además, también descubrieron que se llevaban a sus dos niños de corta edad, con el fin de no levantar sospechas y de aparentar que simplemente se trataba de viajes de placer. Una vez de regreso en Asturias, los acusados se dedicaban a vender los estupefacientes, principalmente en Gijón, siempre según el escrito de acusación del fiscal.

A mediados de noviembre de 2006, la pareja alquiló un coche en Gijón y se desplazó a la comunidad vecina, donde compraron a sus proveedores una cantidad pequeña de droga. Para cuando regresaron, el 17 de noviembre, llevaban escondidas en el coche dos bolsas, una con 102,4 gramos de heroína y otra con otros 81,2 gramos de cocaína. En aquel entonces, el juez instructor del caso decretó el ingreso en prisión para los dos gijoneses, tras prestar declaración.

En el juicio del miércoles, los letrados de la defensa, Iván García Fernández y José García-Ovies Sarandeses, intentarán rebajar la petición de cárcel del fiscal aduciendo que está acreditado que la pareja era consumidora habitual de drogas, por lo que su voluntad estaba afectada en el momento de delinquir por la imperiosa necesidad de conseguir estupefacientes.

Además, la mujer está siguiendo con éxito un programa de desintoxicación, por lo que su letrado defenderá que una condena larga de prisión podría interferir negativamente en sus progresos.