Valencia, Efe

La Audiencia de Valencia ha condenado a una anciana aquejada de alzhéimer a indemnizar a dos hombres que en 2008 sufrieron un accidente de tráfico por esquivarla con su coche cuando cruzaba en pijama, desorientada y en plena madrugada, una autovía de Valencia.

El 8 de noviembre de 2008, la mujer, de 87 años, dormía en su casa de la localidad valenciana de Quart de Poblet cuando, en un momento indeterminado de la noche, se levantó de la cama y, en batín y zapatillas, abrió el pestillo de seguridad de la puerta y salió a la calle.

En ese domicilio también residía uno de sus hijos, que no se percató de la salida de su madre de la vivienda, mientras que otro se ocupaba de su cuidado habitual, aunque no compartía la misma casa.

Después de deambular sin rumbo, sobre las cuatro menos diez de la madrugada, Estrella S. N. trató de cruzar la autovía de Valencia (A-3), a la altura de Quart y se quedó paralizada en medio del primer carril de la calzada. Un conductor consiguió esquivar a la anciana con una brusca maniobra. Otro que iba detrás, acompañado de otro hombre, dio un fuerte volantazo para evitar atropellarla, perdió el control del turismo y chocó contra una barrera de protección. Uno de los ocupantes de este segundo vehículo sufrió una cervicodorsalgia postraumática de la que tardó en curar tres días, y el otro, una herida incisa en la cara y un esguince cervical por el que recibió tratamiento durante un mes y que le ha dejado un ligero perjuicio estético.

Según la Audiencia valenciana, el alzhéimer que sufría la octogenaria, diagnosticado el 10 de septiembre de 2008 y confirmado con posterioridad, anulaba su capacidad cognitiva y volitiva. Tras el juicio por estos hechos, celebrado a instancia de la denuncia presentada por los dos heridos, el Juzgado de primera instancia de Quart decidió absolver a la procesada de la falta por la que fue denunciada, mientras que la condenó a indemnizar con 2.053,66 euros y 84,78 euros a las dos víctimas.

No obstante, uno de los hombres heridos y una de las aseguradoras implicadas recurrieron el fallo por entender que el hijo que residía con la mujer había cometido una infracción del deber de custodia. Sin embargo, la Audiencia estima que el diagnóstico de alzhéimer era demasiado reciente y la mujer no había protagonizado hechos similares, por lo que el hijo desconocía que tuviese que someterla a vigilancia continua.