Oviedo, E. P. / L. Á. V.

El fiscal antidroga, José Perals, solicita penas que suman 78 años de cárcel para doce acusados por tráfico de drogas. El principal encausado, Manuel Antonio del Dago, constructor de Cangas de Onís que, según la fiscalía, vendía cocaína a su propio hijo y que protagonizó una huelga de hambre en Villabona para que se le excarcelara, se hacía con la droga en Madrid y Valencia, según el escrito de acusación. Este acusado fue finalmente excarcelado y montó una asociación, «Los Guerreros del Rey Pelayo», para defender los derechos de los presos y contra la «presión hipotecaria». La fiscalía pide además multas que suman 413.000 euros. La vista se inicia en la Audiencia el día 17.

Los hechos se remontan a 2007. Según la fiscalía, Del Dago distribuía droga en Oviedo, que adquiría de colombianos en Madrid y Valencia, al tiempo que vendía parte de ella a su hijo, A. M. D. V., para traficar con ella en Cangas. La Policía sorprendió a dos de los correos del empresario, S. C. M. Q. y S. M. Q., en la estación de Alsa, el día 2 de marzo de 2007, cuando regresaban de Madrid con 397,53 gramos de cocaína. Pese a las detenciones, y siempre según el fiscal, Del Dago siguió con sus actividades. Una de las personas a las que supuestamente compraba la droga era E. V. A., quien adquiría la cocaína en Valencia a G. G. M. Al menos en tres ocasiones se llevaron a cabo transacciones entre ambos, una de ellas, el 27 de mayo de 2007.

La tercera cita estaba prevista para el 15 de julio de 2007. La Policía detuvo a E. H. B. R, en la autopista del Huerna. Detrás de la rueda delantera derecha había oculto un paquete con 1.019 gramos. A partir de aquí hubo una cascada de detenciones. Al hijo del constructor se le acusa además de un delito contra la seguridad vial, ya que huyó de la Policía en coche, con grave riesgo para los otros conductores, y luego intentó escapar por el monte. Al empresario se le encontraron 30 gramos de cocaína.