Un total de 20 personas resultaron heridas leves el pasado sábado por la tarde, tras el alunizaje de un vehículo contra la puerta de un hipermercado de Sant Boi de Llobregat (Barcelona), en el que en ese momento había cientos de personas realizando compras navideñas, tras un intento fallido de robo.

Los hechos, según la versión policial, se produjeron sobre las 20.00 horas, cuando cinco individuos robaron productos de telefonía y electrónica en una tienda del complejo, tras lo que fueron perseguidos por los vigilantes de seguridad del centro, que lograron retener a uno de los hombres.

Entonces, los cómplices del detenido empotraron un coche contra una de las puertas del establecimiento con el objetivo de provocar una situación de caos y propiciar la huida. Tuvieron éxito y el ladrón retenido logró escapar de los vigilantes de seguridad y abandonar la zona en el vehículo junto a sus compañeros. Según han indicado fuentes de la policía autonómica catalana no se han producido detenciones y, en consecuencia, la investigación sigue abierta.

El brutal alunizaje provocó una veintena de heridos, todos ellos leves, por contusiones y cuadros de ansiedad, ya que muchos de los clientes que en aquel momento llenaban el centro comercial pensaron que se trataba de un ataque terrorista. Un niño fue atendido en el Hospital Sant Joan de Déu de Esplugues de Llobregat y otros tres en el de Sant Boi.

La dependienta de una tienda del centro comercial en el que sucedieron los hechos, Noelia Gómez, afirmó que "la tienda estaba llena y la gente empezó a correr y a gritar: una bomba, una bomba. Tiros, tiros. La gente salió corriendo y otros entraron para esconderse".

Por su parte, una clienta de ese mismo establecimiento, Paula Adán, señaló que "he escuchado un ruido muy fuerte, parecían tiros, la gente corriendo y gritando...He cogido a mi hija y nos hemos ocultado en un probador, en una esquina. Mi hija estaba llorando. Luego hemos salido de la tienda. Hemos pasado mucho miedo".