Cuatro personas fueron rescatadas ayer en el Pirineo oscense, a causa de tres aludes por las nevadas de las últimas horas. En el Nordeste del país persistirá hoy el temporal de viento con rachas de hasta 100 kilómetros por hora y olas de hasta 6 metros de altura.

Uno de los rescatados por las avalanchas fue un esquiador sepultado por la nieve en la zona de Astún, que fue trasladado al Hospital de Jaca con síntomas de hipotermia.

Posteriormente, otro alud fuera de la zona esquiable de la estación de Candanchú atrapó a dos personas, que fueron rescatadas con medios propios del centro invernal. Una tercera avalancha de nieve en la Sierra de Chía, en Benasque, sorprendió a un grupo de excursionistas y causó una contusión lumbar a uno de ellos.

En Aragón, las nevadas dejaron intransitable la carretera A-127 a la altura de Sos del Rey Católico, en Zaragoza, y se necesitaban cadenas para circular por doce carreteras del Pirineo oscense y una de Teruel. También en Huesca había que usar cadenas o neumáticos de invierno y se prohibió el tránsito de camiones y vehículos articulados en varios tramos de distintas carreteras.

En el País Vasco, la nieve provocó el cierre de los puertos alaveses de Orduña, Herrera y Opakua, mientras que en los de Salinas, Zaldiaran y Puerto de Vitoria, de la red secundaria de carreteras, había que usar cadenas.

La Diputación de Álava, con el programa de viabilidad invernal en estado de emergencia, tuvo disponibles 15 quitanieves y 41 operarios, además de dos patrullas de policías. En Cantabria se mantuvieron cerrados los altos de Estacas de Trueba y Lunada, y se requerían cadenas en Palombera y en tramos de dos carreteras autonómicas.