El hombre que estaba acusado de arrollar con su coche en un camino vecinal de Oviedo a un agente de la Guardia Civil, ocasionándole lesiones en el antebrazo y en una mano, aceptó ayer una condena de dos años de cárcel, tras reconocer los hechos y llegar a un acuerdo de conformidad en el que se recoge que el ahora condenado actuó bajo los efectos del alcohol y de sustancias estupefacientes, así como la consignación, con anterioridad al juicio, la cantidad de 5.877 euros para cubrir los daños ocasionados.

En concreto, el acusado aceptó una pena de seis meses de prisión y de dos años de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por un delito de conducción temeraria, así como un año y seis meses de cárcel por un delito de atentado en el que se aprecian las atenuantes de embriaguez e intoxicación por drogas, reparación del daño y dilaciones indebidas. Se retiró la falta de lesiones y el delito de atentado, con las mismas atenuantes, se saldó con tres meses de multa a razón de 4 euros al día.