Miembros de la Policía alemana desalojaron en la mañana de ayer el lujoso hotel Fuerstenhof en Leipzig, Alemania, tras recibir una llamada anónima que alertaba de peligro terrorista. Las fuerzas de seguridad alemanas revisaron las habitaciones del complejo buscando algún tipo de explosivo, sin que llegaran a encontrar nada sospechoso.