La sección octava de la Audiencia, con sede en Gijón, ha condenado a dos años de prisión a R. S. V. y a E. A. G., que el 23 de agosto de 2015, sobre la una y media de la madrugada, asaltaron la vivienda de un vendedor de droga en la calle Campones de Gijón. Los individuos maniataron a H. G. R., le dieron puñetazos y patadas y llegaron a pincharle en el costado con un cuchillo para que les dijera dónde tenía el dinero y la droga. En esto llegó la Policía, que detuvo a los dos individuos, pero también a la víctima, por un delito contra la salud pública. Los tres fueron juzgados el pasado mes de diciembre en la sección octava. Los asaltantes se enfrentaban a dos años de prisión, pero para la víctima del robo, el ministerio público pedía una condena de 5 años, que al final quedó reducida a dos. Al entrar en la vivienda, los agentes encontraron a la víctima de rodillas, en calzoncillos, junto a una caja en la que había unos 70 gramos de marihuana. Luego, en el coche del acusado hallaron otros 270 gramos. Finalmente, registraron la vivienda, donde encontraron otros 809 gramos de marihuana, así como pequeñas cantidades de coca.

El letrado de H. G. R., José Manuel Fernández González, pidió anular estos registros, al considerar que se realizaron una vez que estaba detenido el acusado y sin que estuviese presente su letrado. El magistrado Bernardo Donapetry, ponente del fallo, le da la razón en parte. Por un lado, sostiene que el hallazgo de los primeros 70 gramos fue casual, cuando pretendían evitar la comisión de un delito. También estaban en su derecho de registrar el vehículo. Pero el juez considera ilegal el registro porque en ese caso no había un abogado presente. José Manuel Fernández González considera bien fundada la sentencia, aunque se reserva el derecho de recurrir.